Hogar- Kivi

Peli y Palomitas

Chiara

Otra vez llegaba el fin de semana pero a diferencia de otros este habíamos decidido no salir de fiesta, no podíamos gastar todo nuestro dinero en copas y también nuestro hígado lo agradecería en un futuro. Violeta y yo optamos por un home cinema con palomitas y unas copas de vino.

Desde la noche en la playa todo fue raro, pero no raro de incomodo, sino raro de que, según mis amigas, parecíamos una pareja que llevaba dos años saliendo. No hacíamos nada del otro mundo; nos despertábamos con un abrazo y cosquillas, luego mientras Violeta se aseaba yo preparaba el desayuno y luego comíamos juntas. Por las tardes hacíamos planes normales como ir al super o pasear por la playa o el parque, por la noche cenábamos en la pequeña terraza y nos íbamos a dormir. Vamos no se que ven mis amigas de raro.

Mientras Violeta preparaba las palomitas y el vino yo me encargue de la peli. Sabia que le gustaban las pelis de miedo pero a mi no y la susodicha me estaba intentando convencer para ver una.

- Vamos Kiki, si esa no da tanto miedo.

- Que no me vas a convencer para ver una de miedo, que luego no duermo.

- Bueno, pues luego duermes conmigo.

- Si ya dormimos juntas

- Pues me abrazas.- dijo otra vez intentando convencerme

- Ya lo hacemos también.

- Jope, Kiki. Mira, te prometo que esta no da tanto miedo.- dijo Violeta mientras señalaba a la pantalla donde estaba puesta el titulo de la película "La Morgue".

- Si, claro.- dije yo sin creérmela.

- Bueno, si te da miedo la quitamos.

- Esta bien.- acabe accediendo

No se en que momento accedí a ver la película, no se si fue cuando me perdí en sus ojos color miel, ojos en los que me he perdido ya mil veces y por los cuales acabo accediendo siempre a estos planes.

Yo sostenía al bol de las palomitas cuando un cuerpo se levanto de repente provocando que pegara un bote en el sofá y las palomitas salieran por todos lados.

- ¡Joder!, ¡Fuck!, ¡Shit!, ¡Mierda!.- dije claramente asustada

- Uy, esa vena guiri. Vamos, que no ha sido para tanto.- dijo Violeta riendo y quitándole importancia a la situación.

- ¡Que no ha sido para tanto! Si te has asustado hasta tu

- ¡Mentira!

- A mi no me vas a dejar por mentirosa.- dije pegándole con el cojín en la cara

No se en que momento de valentía decidí hacer eso, pero ambas nos habíamos quedado en silencio absoluto. Trague saliva y tras unos segundos, Violeta se acerco a mi y me dedico unas palabras al oído, que si no fuera por la situación me habrían excitado.

- Tienes 5 segundos para huir si no quieres ser cazada. Uno.- contó ella

- Vamos Violeta, no ha sido para tanto.- dije yo intentando salvarme

- Dos.- siguió contado ella

- Te pido perdón, vale.

- Tres.

Ya no había escapatoria

- Cuatro.

Empecé a levantarme del sofá para salir corriendo.

- Cinco.- termino Violeta

En ese momento salí escopeteada del sofá hacia la habitación pero no conseguí ser mas rápida que ella, alcanzándome y tirándome encima de la cama. La situación era de lo mas normal, yo me encontraba debajo de su cuerpo atrapada por sus rodillas en mis caderas mientras me agarraba los brazos y se acercaba lentamente a mi cara.

- ¿Ahora quien lleva razón?.- dijo Violeta en un tono de voz bastante sexy.

- Tu.- dije dándole la razón pues me había vuelto a perder en sus ojos.

- Ves como podemos entendernos guapa.- contesto Violeta a escasos centímetros de mis labios y quitándome una palomita del pelo que se había quedado hay cuando habían volado.

Y aunque la situación se había aclarado, Violeta se seguía sin separarse de mi, cada vez nuestros labios estaban mas cerca y nos hubiésemos besado si no llegar a ser por el dichoso timbre de la puerta.

Violeta

¡Voy a matar al que este detrás de la puerta! Casi me beso con Chiara, dios, lo que habría dado por que esos labios hubiesen impactado en los míos.

Durante toda la semana nuestra dinámica había sido de lo mas extraña, pero no extraño de incomodo, sino de extraño de que parecíamos una feliz pareja. Yo no niego que hubiese querido eso, pues últimamente con Chiara me sentía mas cómoda de lo normal, si no estaba con ella me faltaba algo, me sentía incompleta.

Cuando abrí decidí no matar al que estaba tras ella pues eran Denna y Alex y venían con bolsas de comida.

- ¿Qué tal chicas? Estábamos aquí al lado y hemos pensado en cenar con vosotras. ¿Os parece bien?-. Dijo Alex con una sonrisa

- Pues si, porque mas palomitas no podremos comer, las ha tirado todas Kiki al suelo.- dije invitándoles a pasar y cerrando la puerta

- Yo le avise, que una película de miedo no, pero aquí la pelirroja se empeño en ver una de miedo.- dijo Chiara mientras se dirija a nosotros desde la habitación

- Chiara, la escena no daba tanto miedo.- le dije otra vez volviendo al mismo tema de antes.-

- Pues para no darte tanto miedo tu también te has asustado.- dijo Chiara volviendo al tema que tratábamos antes de que sucediera todo.

- ¿Quieres que vuelva a suceder lo mismo de la habitación?

Mientras "discutíamos" por quien llevaba razón. Denna y Alex observaban la escena

- Madre mía, parece esto escenas de matrimonio.- comento Alex a Denna.- Nos faltan las palomitas.

- En el suelo tienes muchas amor.- le respondió Denna a Alex mientras le daba un pico.

Zanjada la "discusión", todos nos pusimos a comer las hamburguesas que Alex y Denna, o los almendros como nosotros los llamábamos, habían traído.

- Entonces, para que me quede claro. Os conocisteis en el cine, mientras veíais una película de miedo y en una de las escenas Alex se asusto y tiro todas las palomitas encima tuya, pero el dijo que no había sido porque a el no le daba miedo la película.- dije yo recapitulando la historia que los chicos me habían contado de como se conocieron.- Sabéis, estoy teniendo un deja vu.

- ¡Entonces admites haberte asustado con la peli!.- exclamo Chiara volviendo a abrir el tema de la película.

- ¡Otra vez, Chiara!.- exclamamos todos riéndonos.

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De todos los capítulos que llevo escritos, este es el que mas me ha gustado escribir.

Preparaos porque después de este comienza la verdadera trama de la novela, lo que cambiara todo.