Libros

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Violeta

Finalmente decidí tener al bebe. Cuando escuche su corazón me entraron mil dudas pero las palabras que Chiara me dijo en la playa me las apaciguaron. No sabia que ella me veía de esa manera, de esa manera tan especial.

Era sábado por la mañana y estaba en el piso tomándome un café en la pequeña terraza cuando el timbre sonó. Cuando abrí vi a los chicos con miles de bolsas con libros y por lo menos con 10 cajas de donuts.

- ¡Hola! ¿Qué hacéis aquí? ¿No os habrá mandado Kiki para ver si estoy bien?

Esta mañana me levante con muchas nauseas y Chiara se ofreció quedarse, obviamente me negué ya que no podía faltar al trabajo pero le prometí que le mandaría un mensaje cada hora para ver si estaba bien.

- No- dijo Denna.- Solo venimos a hacerte una visita.

- Sabíamos que estabas sola y hemos decidido pasar el día contigo.- dijo esta vez Ruslana.- Pero, ¿estas bien? ¿Por qué Kiki nos mandaría a vigilarte?

- Oh, por nada, es que esta mañana me he levantado algo peor y Kiki estaba empeñada en quedarse aquí conmigo.- empecé diciéndoles e invitándoles a entrar.- Al final logre convencerla de que fuera a trabajar y le hice prometer que le enviaría un mensaje cada hora para ver si estaba bien.

- Muy propio de Kiki la verdad.- dijo entre risas Juanjo.

- Se me ha olvidado mandarle el mensaje de las 10 y cuando os he visto en la puerta he pensado que a lo mejor os había mandado. Dios, me estoy volviendo loca.- dije entre risas que le provoque a los demás también.- Pero bueno, ¿Qué traéis por ahí?

- Oh, solo unos cuantos donuts y unos cuantos libros de embarazos.- dijo Denna como si fuese normal traer eso.

- Amiga, unos cuantos donuts no traéis, hay por lo menos mas de 2 docenas; y unos cuantos libros no son por que traéis por lo menos 5 bolsas y me sabe muy mal porque se que los libros son muy caros.

- A lo mejor nos hemos pasado un pelín.- admitió Denna

- ¿Cuánto os debo?- dije mientras iba a por mi cartera

- Violeta, no hace falta.- dijo Martin mientras me agarraba del brazo.

- Pero Martin...- empecé a decir pero me frenaron.

- Violeta, tómalo como un regalo nuestro para el pequeño o la pequeña.

- Joe, muchas gracias chicos, no se como agradeceros esto.- dije con alguna lagrima en mis ojos mientras los abrazaba.

- Bueno, puedes invitarnos a comer y estamos en paz- dijo Ruslana una vez nos separamos del abrazo y todos nos empezamos a reír.

La mañana se hizo de lo mas liviana con ellos, nos lo estábamos pasando pipa leyendo los libros. Había algunos que eran super útiles como uno para aliviar las nauseas, no tarde nada en arrancárselo de las manos a Juanjo y otros no tan útiles como uno de posturas sexuales que hacer cuando tu pareja esta embarazada. La verdad no entiendo las ocurrencias de los chicos.

Nos lo estábamos pasando tan bien que perdí la noción del tiempo y otra vez se me olvido mandarle un mensaje a Kiki. Yo no fui consciente hasta que vi una llamada suya.

- ¿Qué pasa?- dije sin saber el motivo de su llamada.

- Se te ha vuelto a olvidar el mensaje.- dijo ella con tono triste

- Es verdad.- dije llevándome la mano a la cara en señal de olvido.- Es que están aquí todos y no me he dado cuenta, lo siento Kiki.- dije yo también un poco triste por mi despiste.

- Violeta, me lo prometiste.

- Ya y lo siento mucho. Para compensarte, ¿Te puedo invitar esta noche a cenar y te pido disculpas?

Se hizo un silencio a través de la linea. Me separe el teléfono del oído por si Chiara me había colgado.

- ¿Kiki?- pregunte al comprobar que la llamada seguía activa.

- A las nueve te espero en la pizzería que esta al lado del puerto. Ponte guapa, aunque eso no va a ser difícil.

- Vale. Esta noche nos vemos. Un beso.

Finalice la llamada y todos me observaban detenidamente.

- ¿Sucede algo?.- pregunte sin saber el motivo de sus miradas.

- ¿Habéis quedado esta noche las dos solas para cenar?- pregunto Alex.

- Si, pero no se que tiene de malo.- dije mientras me sentaba y cogía un donut para llevármelo a la boca.

- Violeta, ¿A ti te gusta Kiki?- pregunto Martin.

- ¿Qué dices Martin?. Yo a Chiara la quiero como una amiga.

- Bueno, los planes que hacéis no son muy de amigas.- dijo ahora Ruslana muy bajito.

- ¿Que?.- pregunte entendiendo lo que Ruslana había dicho pero sin entender el sentido de sus palabras.

- Quedáis para ver el atardecer.- empezó a decir Ruslana.

- Bueno, eso es porque nos gusta a las dos y nos relaja.- dije intentando buscar un motivo.

- Dormís muchas noches juntas. Desde que estas aquí, tu habrás dormido contadas veces en ese cuarto.- siguió Denna mientras señalaba la puerta de mi dormitorio. Razón no le faltaba, esa cama apenas había sido usada.

- Solo hemos dormido juntas las noches que yo estaba peor, nada mas.- intente justificarme.

- Violeta, no niegues lo evidente, Chiara te gusta y no lo puedes negar.- dijo esta vez Juanjo.

- Que locuras decís chicos, Chiara y yo solo somos amigas y entre nosotras no va a suceder nada.

Vale, a lo mejor los chicos no estaban diciendo ninguna locura pero era obvio que Chiara no sentía nada por mi y prefería callar mis sentimientos a decirlos en alto y arruinar todo. 

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Aqui tenéis el primer capitulo de la maratón.

Espero que os guste el capitulo

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