Chiara
Llevaba tres semanas ignorando a Violeta. Pero no podía hacer otra cosa. Desde que en la pizzería dijera que no sentía nada por mi intente alejarme de ella lo máximo posible para evitar seguir enamorándome.
Bueno, se que no lo dijo literalmente que no sentía nada, pero entre líneas se podía entender eso. Así que llevo 3 semanas ignorándola lo máximo posible. Siempre que me decía de salir le respondía que estaba cansada o que ya tenia planes con Lucia.
En estos últimos días había congeniado muy bien con ella y nos lo pasábamos muy bien pero me faltaba algo, no terminamos de conectar, ella no era Violeta.
Estábamos en la oficina con mucho papeleo hasta que la chica se acerco a mi escritorio.
- Kiki.- me hablo en un tono bastante cariñoso.- Esta noche hay una fiesta y podríamos ir juntas las dos y pasar un buen rato.
- Me parece bien.- dije con una sonrisa algo forzada.
En verdad no tenia muchas ganas de salir con ella, pues llevaba notando algunos días atrás que Lucia estaba especialmente cariñosa conmigo y no quería salir solas con ella pues no quería hacer ver cosas que no son.
Decidimos quedar a las 22:00 en mi casa para empezar a arreglarnos e ir juntas. Mientras nos vestíamos, nos lo estábamos pasando en grande, con la música a todo volumen y con dos copas de vino para empezar a calentar el cuerpo. Con lo que no contaba era con que Violeta apareciera por la puerta cargada con mil bolsas.
- Hola.- nos saludo Violeta a ambas.- ¿Podéis bajarle a la música un poco?
Iba a hacerlo pero Lucia puso su mano en el altavoz para evitar que lo hiciera.
- No esta tan alta. Déjanos en paz y haz tus cosas.- le dijo Lucia a Violeta en un tono bastante borde.
- Pero a mi me molesta.- le respondió en el mismo tono.
Finalmente decidí bajarle al altavoz pues no quería que ninguna de las dos peleara. Violeta se fue y me dejo sola con Lucia.
- Madre mía, como la tienen las hormonas. Se cabrea por tener un poco alta la música. Que mala suerte que la tengas que aguantar todos los días, yo no podría la verdad.
Sabia que las palabras de Lucia estaban mal pero no dije nada ante su comentario. Tras terminar de arreglarnos salimos, no sin antes ver a Violeta sentada en el sofá, con sus gafas leyendo su libro favorito " El Romancero Gitano" de Lorca. Estaba guapísima y eso que iba con su pijama.
Lucia se quedo observándola con cara de asco, como si lo que estuviera haciendo es de personas que no tienen vida social.
Una vez en la fiesta, las copas nunca estaban vacías y la música no dejaba de atronarnos los oídos. Llevábamos mas de 4 horas allí, el alcohol se notaba en nuestras venas.
Empezó a sonar "Perreo Sola" de Bad Bunny. No me gustaba mucho este estilo de música, yo era mas de Olivia Rodrigo o Charpell Road pero a Lucia si le gustaba mucho por lo que no dudo en agarrarme de la mano y acercarme a su cuerpo para bailar muy pegadas. Nuestros rostros estaban muy cerca y en cualquier momento sentí que nos íbamos a besar.
Cosa que fue así, Lucia acerco sus labios a los míos y nos fundimos en un beso muy caliente y apasionado. Sus manos recorrían toda mi espalda hasta detenerse en mi trasero y las mías se posicionaron en su cuello con el fin de acercarla aun mas a mi. Nos separamos por falta de aire.
- Vamos a mi casa.- dije sin apenas aire debido al beso.
Ambas salimos casi corriendo para llegar rápidamente, al llegar al la puerta nuestros labios se volvieron a juntar, lo que provoco que tirásemos algo pero no le hicimos caso hasta que una luz se encendió y vimos a Violeta con cara de sorprendida delante nuestra.
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Hogar- Kivi
RomanceComo la vida puede dar un cambio de 360 grados por una decisión mal tomada. La vida de Violeta dará un giro que hará replanteárselo todo. Menos mal que Chiara estaba ahí con ella cuando se encontraba en el abismo mas oscuro. Una historia llena de a...