Capítulo 13: ¿Novios?

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Quizás en otro momento no lo estuviera pero estoy nerviosa. Y un poco ansiosa, para ser sincera.

¿Motivos?

Voy a conocer a los suegros y a una pequeña cuñada. Dalek me ha hablado de ella, es una pequeña de siete años, muy inteligente, si no recuerdo mal su nombre era Gia.

De sus padres, los señores Wallace, no sé mucho, solamente que su madre se llama Michelle y su padre John. Creo que a Dalek se le escapó  que eran muy estrictos con ellos cuando eran pequeños.

Ya le había dicho a mi padre y estaba muy contento de conocerlos y pasar fin de año con ellos. Nos encontraríamos allá.

Nosotros nos iríamos en el coche de Dante, que tiene el maletero más grande que el de Dalek y así nos caben bien las maletas.

Aún faltan tres días pero aún así estoy ansiosa. Mis manos y pies sudan a cada rato.

Salí de mi habitación, con rumbo a la cocina. Iba a tomarme un chocolate caliente.

Por cierto estaba pensando en la oferta de Marie y quería aceptarla. Lo que no recuerdo dónde dejé su núm...

Vaya, la reina de Roma.

Como si de una invocación se tratase ahí estaba ella con su hermoso pelo rojo recogido en un moño. Hablaba animadamente con Mandy.

—Hola— murmuré y ambas se giraron hacia mí.

—¡April!— chilló Mandy— Ven, te voy a presentar a una amiga.

—Ehh... mhm... Yo ya la...

—Compartimos una clase— me interrumpió Marie, dedicándome una sonrisa y una mirada significativa que entendí al instante— Ya nos hemos visto antes.

—Oh, pues que chiquito es el campus— dijo Amanda y me hizo una seña a su lado en el sofá— Siéntate, no estés de pie.

—De acuerdo.

Y me senté. Necesitaba hablar con Marie a solas, porque al parecer ella no quería que Mandy se enterara de esa propuesta, o quizá de otra cosa relacionada.

—Mandy— la llamé.

—Dime— ella me observó esperando a que continuara.

—¿No te parece buena idea preparar un chocolate caliente para las tres?

—Claro, es súper buena idea.

—¿Puedes ir tú? Yo voy a hablar con Marie a ver qué respuestas puso en el examen y comparar, ya sabes.

—Vale, ya vuelvo— se levantó y nos acusó con un dedo— No contéis chismes sin mí.

Ambas reímos y negamos. Cuando se fue me di la vuelta hasta Marie.

—¿Qué pasa?— inquirí— ¿Por qué no quieres que sepa lo de la propuesta?

—Es simple— se encogió de hombros—. Quiero que mis amigos sean mis amigos por mí, por mi forma de ser y no por el dinero y las empresas de papá. ¿Lo pensaste bien?

Asentí.

—Quiero formar parte de este proyecto— le dije con una sonrisa—. Si me va mal, al menos me servirá de experiencia.

—Claro, pero no andes siendo negativa, ¿eh?

—Vale— reí. Vi como la cabeza llena de rizos de Amanda sobresalía del marco de la cocina y me apresuré a cambiar de tema— ¿Y qué harás para navidad?

—Ya sabes, lo normal y aburrido: ir con la familia. ¿Tú qué tienes planeado?

—Mhm... Iré a conocer a los suegros. Ya sabes.

Protagonistas de nuestro amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora