CAP 2 - DOS REYES, UN POLIZÓN

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—¿Qué creen que están haciendo? ¡¿Qué hace usted aquí en Emberpeaks?! —digo señalando al rey Marek, el rey de Thalassa—. Y usted, ¡¡¿qué cree que hace convocándome de esta forma cuando sabe cuáles son las reglas por seguir para estas reuniones?! —digo levantando la voz al final, dejando que el enojo se me note.

—Lo sé, Capitana, lo lamento, pero era necesario. El rey Marek me dijo que ha hecho muchos trabajos para él. —dijo el rey Aurelian, rey de Emberpeaks, haciéndome mirar brevemente al rey Marek antes de volver mi atención nuevamente—. Sé que estamos fuera de línea, pero si el rey Marek confía en usted, yo también. Es importante lo que vamos a discutir.

—Ya digan qué es, reyes, se nos acaba el tiempo. —respondí, sabiendo que estas reuniones no duran más de diez minutos. Ambos reyes se miraron en preocupación antes de que el rey Aurelian continuara.

—¿Ha oído del reino de Mystaraeth intentando expandirse? —asentí, recordando los rumores que Kael mencionó sobre los conflictos con barcos piratas de Mystaraeth, barcos que no deberían existir.

—Ha estado atacando a mi reino en busca de algo. Te imploro que lleves a mi hijo en tu barco para protegerlo de ellos. —dijo apresuradamente. A lo que frunzo el ceño.

—No. No aceptaré tal cosa. —respondo firme antes de continuar—. Déjeme ver si entendí. Quiere que esconda a su hijo, heredero al trono, en mi barco. ¿Y si muere? ¿Ha perdido la razón? —pregunto antes de mirar al rey Marek de soslayo.

Sintiendo su incomodidad en su silencio. Pues sabe que es quien me ha metido en este rollo.

—Necesitaría una garantía de que no seré traicionada ni acusada injustamente si acepto esta tarea. Un indulto real que me garantice inmunidad contra cualquier represalia relacionada con el príncipe sería un buen comienzo. —digo con una risa, mirando a Soren.

"¿Puedes creerlo?", pienso. Él responde con la cabeza ladeada, "Apostamos a que nos lo niegan", parece decir y yo río mentalmente. Por cierto, no crean que podemos hablar mentalmente, solo nos conocemos ya varios años.

Los reyes intercambian miradas considerando con seriedad mi solicitud. Mientras debaten silenciosamente si aceptar o no, veo esto como una oportunidad de subir las demandas con respecto al futuro. Luego de un rato, le hacen una señal a sus acompañantes y uno de los guardias empieza a escribir en un papel lo que se va acordando.

—Espera. Tú. ¿Qué crees que estás escribiendo? —pregunto de manera retórica al guardia.

Éste se detiene de golpe un poco confundido y mira a ambos reyes esperando una orden.

—Pues, redacta el contrato. ¿Qué más estaría haciendo? —me responde de igual forma el rey Aurelio.

—No, no, no. Yo no he aceptado aún. Ni si quiera-...—empiezo a decir y soy interrumpida.

—Es abrupto. Sí. Pero no tengo elección. La seguridad de mi hijo y compañero del Dragón es primordial. No podemos esperar más. —dice severo dando un golpe ligero en la mesa.

Levanto una ceja en respuesta a su acción.

—¿Acaso me estás ordenando que lo lleve? —lo encaro.

El rey desliza su mano fuera de la mesa lentamente, dándome a entender que no. Que sabe que aquí la que manda soy yo.

—Te lo suplico, Capitana... No solo como rey, sino como padre. —dice el rey.

Una mirada de súplica y angustia. No solo la mirada de un rey, sino de un padre... Con el codo apoyado sobre la mesa, miro sobre el hombro para ver a Soren de reojo. Luego al rey Aurelio y, finalmente al que me trajo tantos problemas, el rey Marek. Si juego bien mis cartas, podría conseguir varios beneficios... Veamos si harán lo que les pido. Y si lo rechazan, pues el príncipe se queda sin viaje.

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