Flames & Tides

CAP 5 - EL AMANECER DE LA MISIÓN

Emberpeaks, el dios Pyralithos talló,
El dragón dorado guardián, en lo alto de los montes,
Artesanía y fuego, su legado ancestral
En las altas montañas, su vuelo celestial.
Bajo el cielo ardiente, en montañas y mar,
La leyenda de Emberpeaks, nunca morirá.

-Canción de la leyenda del origen del mundo.
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Soren me levantó antes del amanecer, me cambié a una ropa más digno de una capitana y fuimos con caballos hasta la base de la montaña, pasando la ciudadela. Kael ya nos había informado que nos llegó el permiso de usar el elevador para subir y yo agradecí a los dioses. Todo mi Réquiem me acompañó a recoger a nuestro nuevo marinero. Mientras subíamos, Soren se acerca a mi oído.

—No pue' ser que hayas escalado todo esto, ¡estás loca! —dice gritando en susurros— ¡¿cuánto tiempo si quiera te tomó escalar todo?!

—¿Te sorprendería si digo que llegué antes del amanecer? —respondo con una sonrisa socarrona.

—Recuérdame que, si quiero huir de ti, no debo escalar un árbol... o montaña. —dice mirando entre la montaña y yo. Los otros reían por lo bajo mientras negaban con la cabeza.

El camino hasta arriba fue corto en comparación con mi "método", pero al ser temprano pudimos apreciar el amanecer desde un punto más alto. Los rayos de sol anaranjados y dorados tocaban la montaña y por momentos, ésta parecía resplandecer como las fraguas más grandes del reino, por sus tonos cobrizos y rojizos. Mientras ascendíamos, divisamos una especie de acantilado que da a una cueva en el interior de la montaña.

En la entrada de la cueva, se podía escuchar el canto de las aves fénix de Emberpeaks. Se veían siluetas de sus imponentes y majestuosas alas. Y cuando éstas salían de la cueva, el sol del amanecer resplandecía sobre sus plumas de colores que hacía parecer que ardían en llamas, creando un espectáculo hermoso. Uno que nunca podría acostumbrarme y que me hace preguntarme qué se sentiría volar en uno de ellos. Si fuera igual que sentir la brisa del mar en lo alto del barco. Igual se sabe que acercarse demasiado a uno de ellos que no tenga compañero sería peligroso.

Como dije antes, cualquier criatura de cada reino escoge un compañero humano de por vida. Se le llama un aether-kin. Es un lazo inquebrantable y te permite conversar con ellos mentalmente. Solo con tu compañero, no puedes participar de otras conversaciones a menos que se trate de las familias reales o los guardianes. Ellos pueden hablar con quien puedan, supongo que es parte de la soberanía que les dio los dioses sobre las criaturas de cada reino. La diferencia de los guardianes con otras criaturas es que ellos son los originales. Los que llevan vivos miles y miles de años desde los tiempos en el que los dioses caminaban junto a nosotros, o al menos eso es lo que se dice en las leyendas. Además, dependiendo de cuál es tu compañero, tu versión aetheria, es decir tu transformación física si llegas a cierto nivel de habilidades, tendrías sus características. Por ejemplo, si tu compañero es un ave fénix, tu forma aetheria podrían ser alas de fuego. 

Llegamos a la entrada del castillo. Hay una gran plataforma con banderas rojas y el escudo real de Emberpeaks en ellas, una forma de gota invertida de borde dorado con la cabeza de un dragón saliendo del centro de color rojo sangre. Un camino al centro que se dirige hacia donde debería estar un portón, hay una entrada abierta de metros y metros de altura. Supongo que para que pueda pasar el dragón y las aves fénix. Todo está tallado en piedra, formas de dragones y fraguas por las columnas alrededor de la entrada con detalles dorados, rojos y naranjas. Hay varias antorchas y fogatas encendidas con magia para que nunca se apaguen.

Al pasar, siguiendo el camino, llegamos directo a la sala del trono, escuchamos las voces que reconozco como las del rey y su hijo. Al parecer están discutiendo.