⚠️ Advertencia ⚠️
Este capítulo contiene descripciones de violencia. Se recomienda discreción.
_________________________________________________________________—¡A la carga! —grito desde lo profundo de mi ser.
Mi gente no necesita más explicaciones y pasan al barco por la plancha detrás de mí, mientras otros saltan con cuerdas. Cruzo como un rayo con Soren pisándome los talones. Sabía que cuando leyó una parte de nuestro código, había algo que lo hizo reaccionar, pero no creí que fueran niños. No. Eso no importa, no escaparán de nosotros. De mí.
Quitando a muchos de mi camino, protegiendo la plancha en lo que mi tripulación sube. Soren, igual de furioso, me cubre la espalda y yo a él. Cuando pasa la gran mayoría, abandono la plancha y corro hacia el fuego en el que los niños y jóvenes están atrapados, forcejeando contra algunos de la tripulación enemiga. Uso el agua para apagar la mayoría del fuego, creando un camino para que pasen.
—¡Kael, Aria! —grito sobre la bulla de la pelea.
Ambos me escuchan y aparecen en un instante para llevarse a los niños más pequeños, que no podrían tener más que seis años, mientras yo peleo con tres hombres más. El primero, que tiene dientes de oro, carga hacia mí con tres bolas moradas viscosas en las manos. Lo que supongo debe ser una forma de veneno. Con movimientos exagerados de brazos, las lanza en mi dirección. Con un movimiento rápido, tomo mi espada y la envuelvo en una capa fina de agua. Con un tajo, corto todas contrarrestando la fuerza con la que venían. Una vez que hizo contacto con mi espada, combiné el veneno con mi agua. Di media vuelta con la espada en dirección a los tres hombres y con forma de dagas de agua envenenadas, las envié a sus objetivos.
No puedo controlar veneno, pero una vez que dos habilidades que pueden ser compatibles se mezclan, quien tenga el mayor control y experiencia, gana el poder general por un breve tiempo. En este caso el veneno es líquido y sé de sobra, que soy más habilidosa que la tripulación de todo este barco. No soy La Capitana por nada.
Los tres empezaron a convulsionar casi instantáneamente cuando otra explosión del lado de la proa nos sacudió de nuevo. Recorro la mirada para evaluar la situación y el estado del Stormcutter. En definitiva, el casco está dañado y ya ha empezado a hundirse, ahora donde nuestra plancha daba directo a esta cubierta, hay que saltar para alcanzarla. Soren está peleando con el capitán Falken y su segundo al mismo tiempo, pero no me preocupo. Kael salta de un lado a otro con ayuda de sus sombras mientras llevan al último niño del grupo a salvo en nuestro barco.
—¡Debe haber más abajo, corran! —les ordeno y me siguen.
Bajamos las escaleras, topándonos con algunos otros marineros que intentan detenernos. Con un par de movimientos con sus sombras, Kael los tiene inconscientes en un segundo y seguimos corriendo hasta que escuchamos varios gritos ahogados debajo nuestro. Apuramos el paso y cuando llegamos a lo que parecía ser un almacén de cocina, no podía creer lo que veía. Eran al menos veinte niños encadenados de pies y manos juntos. Ira empieza a bullir en mi interior rompemos las cadenas con nuestras espadas lo mejor que podemos para sacarlos de la pared, pero gritos salen de los pequeños mientras lloran asustados.
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Flames & Tides
FantasiaEn un mundo dividido en seis reinos, la paz se quiebra cuando Mystaraeth comienza a cazar a los herederos de todas las tierras. Con el príncipe de Emberpeaks como el próximo objetivo, la capitana pirata es contratada para protegerlo y llevarlo a sal...