VII. Aziraphale

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Me senté en la banca de siempre, había mucha gente en el parque, ya habían pasado semanas desde la entrevista con la influencer, incluso Maggie me enseñó el video, ella pensaba que era una buena idea para encontrar a Crowley.

—Si él está por ahí, seguro que con esto volvera —me comentó.

Me dejé llevar por el entusiasmo, conforme pasaron los días empecé a perder la esperanza, aún así no deje de ir al parque.

Me estaba levantando de la banca para marcharme y un joven se acercó a mí, me entregó una bolsa de chícharos congelados y un sobre, salió corriendo sin dejar que pudiera preguntar nada.

Me quedé un rato más en el parque, terminé la bolsa de chícharos, los patos estaban encantados. Abrí el pequeño sobre blanco, adentro había una llave de hotel y la información del mismo, ninguna nota.

Fui directo a la librería, Maggie y Nina externaron su preocupación, pensaban que podía ser una trampa del cielo, no había quedado felices con mi renuncia pero no me habían molestado en meses.
Yo estaba convencido de que era algo relacionado con Crowley y contrario a sus advertencias me marche hacia el hotel, prometiendo llamarlas.

Tomé un taxi hasta el hotel, era un lugar agradable, con una sala de espera lujosa, aunque no muy amplia. Fui directo con la recepcionista, me indicó cómo llegar hasta la habitación 606, mientras subía sentía mucho pánico.

No podía definir si se debía a que podía encontrar a Crowley o a que no lo encontraría, tenía todas mis esperanzas en un pedazo de plástico.

Pase la llave en la puerta y esta se abrió, la habitación estaba poco iluminada, entré y justo en la ventana vi una silueta, sentí que mi corazón mortal se detenía, mi mente se nublaba y mi cuerpo desfallecía.

Cuando te marchasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora