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— Está asustando al pobre, vivió un infierno con Kirishima. Debe tratarlo con delicadeza, como el día del baile.— habló Midoriya.— No solo decirle que se van a casar, debe cortejarlo adecuadamente.

— Ese día solo recuerdo que me acerqué y todo fluyó.— dijo en voz baja.— Dime, ¿Qué debo hacer? Es una orden.

— Pregúntele a su omega qué desea y cumpla sus órdenes.

Todoroki sonrió levemente y salió de su oficina. Midoriya solo miró a su amigo irse. No entendía cómo su amigo podía ser emperador de un poderoso imperio y ser temido por muchos reinos pero ser un tonto en el amor y más con aquel omega.

El alfa trataba de calmarse mientras miraba la puerta de la habitación dónde dormía el omega.

— Cálmate, tú puedes.— tocó con delicadeza la puerta, al tanto que escuchó la dulce voz de Bakugo decir "adelante" y sin demora alguna, ingresó a la habitación.

— ¿Se le ofrece algo?— cuestionó Bakugo al ver al emperador.

— Pídeme lo que quieras, joyas, vestuarios, diamantes, lo que quieras, te lo daré.— se arrodilló frente al omega y besó con delicadeza el torso de su mano.

— No me interesa nada de lo que menciona, majestad.— acarició con suavidad el cabello del alfa.

— ¿Hay algo qué desees?— preguntó.

Bakugo pensó su respuesta, no había nada que quisiese en ese momento. Volteó hacía la dirección del ventanal y recordó que hace poco dio un paseo en el jardín y esté era muy simple.

— De hecho, sí hay algo. Hace poco fuí al jardín y estaba muy solo, me gustaría que hubiera más flores lindas.— mencionó.— Me encantan las flores.

— Bien, en la mañana daremos un paseo por el jardín para que me digas sí te gusta o no.— habló.— Por cierto, me gustaría que me dieras una oportunidad, me refiero a conocernos, somos predestinados al final de todo.

— ¿Me harás daño?— cuestionó.

— Jamás me atrevería hacerte daño, sería un completo idiota si te hago daño.

— Mañana me pondré muy lindo solo para usted, alteza.

— Siempre eres lindo.

Bakugo soltó una pequeña risa, su lobo por primera vez después de tantos años se sentía feliz y tranquilo.

        

      
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Todoroki miraba desde el jardín real como las luces de la habitación de Bakugo seguían encendidas, necesitaba que estás se apagaran para comenzar a plantar todas las flores que mandó traer.

Sonrió en grande cuando vio estás apagarse, volteó a observar a los jardineros.

— Bien, es hora de comenzar.— habló al tanto que agarraba una pala entre sus manos.

— Su majestad, solo faltarían las camelias.— anunció uno de sus sirvientes.— Hubo un retraso y posiblemente llegué hasta mañana.

— ¿Esas qué significan?— preguntó.

— El primer amor, amor incondicional y seducción.— respondió otro con nervios.

— No son tan importantes como las demás. ¿Sí están las rosas, girasoles, azucenas, tulipanes, iris, narcisos, claveles, orquídeas y agapanto?

El Omega del emperador Todoroki  [TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora