El Omega del emperador Todoroki [TodoBaku]

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— ¿Quiere otro pañuelo?— cuestionó el omega un tanto nervioso.

Todoroki negó levemente.— Solo abrázame, por favor.

Bakugo abrazó a Todoroki mientras daba leves palmaditas en la ancha espalda.

— Perdón por llorar, me fue inevitable no hacerlo y más cuando luces tan hermoso con ese vestido.

— Gracias, su alteza.— sus mejillas estaban sonrojadas.— Lo elegí pensando en usted.

— Deja de decirme alteza, dime Shoto. Ahora somos esposos, eres la emperatriz de todo mi imperio y de mi corazón.

— Muchos se rieron de ti por casarte conmigo, Shoto.

— Vamos a bailar y después de eso me encargaré de que te respeten.— tomó la mano del rubio con delicadeza y dió un pequeño beso en ella.— Tienes unos hermosos ojos, soy muy afortunado.

— Usted tiene unas manos hermosas, son muy masculinas al igual que usted.— halagó con una cálida sonrisa.

Todoroki tomó la mano de su ahora esposo y ambos caminaron hasta el salón, dónde la nobleza disfrutaba de la música y los miles de bocadillos.

Un guardia anunció su entrada antes en entrar al salón, dónde yacían todos los invitados. Inmediatamente todos hicieron una corta reverencia al ver a los recién casados entrar.

— Shoto, espera. Mi zapato se desabrochó, ¿Podemos caminar un poco lento?— susurró el omega muy nervioso, no quería tropezar enfrente de todos.

El alfa soltó la mano del rubio y se arrodilló frente a este.— Shoto, ¿Qué haces? Levántate, por favor.

Todoroki lo ignoró y con delicadeza metió sus manos debajo del vestido para tomar el pie izquierdo de Bakugo, le tomó solo unos segundos abrochar nuevamente la correa del zapato. Levantó un poco su mirada para ver a su esposo y le dedicó una hermosa sonrisa.

Los invitados miraban la escena con asombro, el emperador no era de hacer esas acciones y menos por un omega, ¿Él era el emperador frívolo que era capaz de destruir a cualquier enemigo?

— Emperador Todoroki, no debe humillarse por un inútil omega como ese.— habló un noble mientras bebía de su copa de vino.— Levántese.

— Si quiere herederos será mejor que vuelva abrir su harem.— opinó Eijiro Kirishima con burla.— Por eso me divorcié de él, es un maldito omega inútil.

Todoroki vio como los hermosos ojos de Bakugo se ponían brillosos gracias a las lágrimas que amenazaban por salir.

Se levantó del suelo con calma y depósito un pequeño beso en la mejilla de su omega antes de voltear en dirección de aquellas personas que osan hablar pestes de su esposo y omega.

— ¿Quién se creen qué son ustedes para hablar de su emperatriz?

A pasos lentos se acercó a las dos personas con una pequeña sonrisa.— Es el día de mi boda y no quiero que nada ni nadie arruine este día, les recomiendo que le pidan disculpas a mi esposo antes de que ocurra algo que lamentarán. En especial usted, Kirishima.

La voz que utilizó el emperador era gélida y severa, su sonrisa había desaparecido en cuestión de segundos. Todos los presentes de ese lugar sabían lo poderoso que era el emperador Todoroki y que solo con unas simples palabras o un movimiento de manos, podía derrotar cualquier reino e incluso un imperio.

Los dos alfas se acercaron a Shoto Todoroki para pedir disculpas pero este se rio de ambos.— A mí no me van a pedir disculpas, sino a mi esposo.

Ambos se miraron, no querían humillarse frente a un omega insignificante e inútil, pero sabían lo que pasaría si no lo hacían. Con mucha vergüenza se acercaron hasta el omega, quién solo observaba la situación con calma y con sorpresa. Los dos alfas agacharon la cabeza mientras murmuraban un leve "lo siento".