El Omega del emperador Todoroki [TodoBaku]

30

La familia daba un paseo por el pueblo, habían recibido muchas quejas de que la calle estaba llena de baches, entonces aprovecharon la salida para dar un paseo.

— Sí está muy fea. Mira esos hoyos.— habló Bakugo haciendo una mueca.

— Ya van tres calles que tienen muchos hoyos, hablaré de esto con Izuku y otros — dijo Todoroki mientras cargaba a Honoka en sus brazos.

Yuki y Ryota observaban a todos los que pasaban a su alrededor, gruñendo a todo aquel que miraba a su papá omega.

Bakugo al escuchar muchos gruñidos por parte de sus cachorros, volteó a verlos con curiosidad.

— Cachorros, ¿Por qué gruñen?

Todoroki por otro lado sonreía triunfante, había educado muy bien a sus cachorros, ya que, nunca dejaban que un alfa o beta se acercara a su papá omega, ellos no dudaban en gruñir.

— Te protegemos, papi.— respondió Ryota con una sonrisa orgullosa.

— ¿De quién?

— Como ese alfa sucio.— señaló Yuki a un alfa que iba pasando y no dejaba de ver a su papá.

Bakugo sujetó la mano de su hijo.— No señales a las personas.

— Déjalo, cariño. Mejor vamos a comer roles de canela.— opinó con una sonrisa.— ¿Quieres roles de canela, Honoka?

— Sí.— asintió con su cabeza mientras jugaba con un juguete.

Los ojos de Bakugo y de los gemelos brillaron al escuchar eso, inmediatamente el rubio sujetó la mano de sus cachorros y corrieron a la panadería más cercana, dejando atrás a su esposo e hija.

— Tu papi y hermanos son unos golosos.— comentó con una sonrisa antes de ir detrás de su esposo e hijos.

Después de un largo rato en la panadería, la familia ahora estaba sentada cerca de un río, disfrutando de la vista y aquellos postres que compraron.

Todoroki y Bakugo veían jugar a sus cachorros con el agua y unas piedras que estaban en la orilla del río.

— Gracias, alfa.— habló el omega sonriendo.

El alfa lo miró confundido.— ¿Por qué? No entiendo.

— Por darme esto.— respondió mirando a sus cachorros, giró levemente su cabeza para ver al alfa.— Gracias por darme amor y una familia.

Todoroki soltó una risa nasal.— No. Gracias a ti por llegar a mi vida, cariño.

— Ojalá te hubiera conocido antes de mi primer matrimonio, pero no importa, al fin y al cabo soy muy feliz contigo.

— Soy muy afortunado por tener un omega tan lindo como tú, gracias a ti los cachorros son hermosos.

Bakugo le dio un leve golpe en las costillas con su codo.— Aunque no fuera lindo, mis cachorros seguirían siendo hermosos.

El alfa liberó una risilla.— Eres la persona más hermosa ante mis ojos y los ojos de cualquier persona.— tomó con delicadeza la mano del rubio y retiró el guante de encaje que traía puesto, besó el dedo anular que era adornado por un anillo de oro.— Pero solo yo tengo la dicha de decir que eres mi esposo, mi omega.

Bakugo miró al bicolor unos segundos antes de hablar.— Somos muy afortunados de tenernos el uno al otro.

— Yo soy el más afortunado.— se acercó un poco más al cuerpo del rubio.— ¿Me amas?

— Te amo como no tienes idea, eres el alfa que siempre quise a mi lado desde pequeño.— entrelazó sus dedos con los del bicolor.— Cada día me enamoro más de ti y te amaré hasta el día de mi muerte.