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Bakugo se miraba en el espejo mientras vestía un vestido simple, el emperador Todoroki había ordenado que lo bañaran y lo vistieran con eso, para que luego baje a comer.

— Su alteza lo está esperando para comer.— avisó una beta.

El omega asintió, siguiendo a la beta para llegar al enorme comedor. El emperador Todoroki estaba sentado a un extremo de la mesa.

— Siéntate, Katsuki.

El rubio obedeció y tomó asiento en la silla que estaba al lado, observando el plato de comida en la mesa.

Todoroki empezó a comer con tranquilidad mientras Bakugo solo observaba el plato con un rostro neutral, quería comer pero posiblemente Todoroki lo castigaría si comía.

El alfa volteó a ver al omega y se sorprendió que este solo mirara el plato de comida.— ¿No te gusta la carne? ¿Por qué no comes?

— Usted no me ha ordenado comer.— habló en voz baja sin mirarlo.

— No tengo que darte permiso ni nada. Solo come, estás en los huesos.

Bakugo miró al alfa.— ¿En serio puedo comer?— Todoroki asintió. Bakugo agarró los cubiertos y empezó a comer despacio.

Después de un largo rato, ambos terminaron de comer. Todoroki se levantó de su sitio con lentitud.

— Tengo algunos asuntos que resolver, puedes explorar el lugar.— habló mientras acariciaba la mejilla del rubio.— Eres muy lindo.

Bakugo sintió escalofríos al sentir los dedos fríos del alfa en su mejilla.

Sin más que decir, el alfa se retiró, dejando solo al omega. Bakugo se levantó de su silla, saliendo del lugar y comenzando a caminar por todos los pasillos.

— Luce muy triste.— murmuró Midoriya mientras veía al predestinado de su amigo caminar sin rumbo por el palacio.

El omega dirigió su mirada al alfa peliverde, se le quedó viendo unos minutos con un rostro neutral antes de desviar la mirada y seguir caminando a pasos lentos.

Midoriya retomó su camino mientras su cabeza se llenaba de miles de preguntas relacionadas al omega, la principal era, ¿Por qué lucia tan triste y sin vida? ¿En serio vivió un infierno con Kirishima?

Por otra parte, Bakugo miraba el lugar con indiferencia, solo era otra cárcel lujosa. Sabía que el emperador Todoroki iba a hacerle algo, no podía confiar en él, no cuando toda la gente habla de lo despiadado que es y lo que le hace a las personas que no lo respetan o cumplen con sus caprichos.

Detuvo su andar al ver la salida del jardín, siempre le gustaron las flores, ¿Por qué no había flores? En el reino de Camelot tampoco había flores.

— Sería muy lindo sí hubiera flores.— murmuró antes de salir al jardín y tomar asiento en los primeros escalones, quedándose sentado, observando el paisaje.
        

      
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Bakugo subía al carruaje con ayuda de su esposo, irían a la vivienda de la que habló su alfa para pasar su celo.

— Shoto, súbete rápido.

El alfa obedeció y subió al carruaje, tomó asiento al lado del omega, colocó su mano derecha en el muslo del rubio por encima del vestido.

El ojirubí sacó su cabeza por la ventana.— ¡Camie, adiós! ¡Te voy a extrañar! ¡No comas muchos roles de canela sin mí!— sacudió su mano de un lado a otro en forma de despedida mientras la rubia sonreía.

— ¡Tengan cuidado con el cachorro!— gritó sin vergüenza alguna, se mofó al ver la expresión de la emperatriz.

Las mejillas del rubio estaban rojas, metió su cabeza en el carruaje y se tapó con la cortina.

— Cariño, estás muy rojo.

— Cállate, tonto.— ordenó con un puchero en sus labios.

Todoroki se sorprendió por lo dicho pero como decirle algo a tan lindo omega.— De acuerdo. Me callaré.

Bakugo se acurrucó en el cuerpo del alfa para oler el aroma a coco y almendras que tanto le gustaba y que hoy era más fuerte.

El carruaje empezó a avanzar, el ojirubí cerró los ojos para dormirse, por lo que tenía entendido, era un largo viaje y él se aburría muy rápido.

— Shoto, acaríciame.— ordenó con voz suave.

Todoroki comenzó a acariciar el cabello del rubio con delicadeza.— ¿El cabello está bien o quieres qué te acaricie en otra parte?

— No importa dónde sea, solo acaríciame.

El alfa obedeció y siguió acariciando el cabello del menor que era adornado por un lindo broche de diamantes en forma de flor.

— Te amo, omega.

— También te amo mucho, Shoto.

Todoroki sonrió con amplitud al escuchar esas palabras.

El Omega del emperador Todoroki  [TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora