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Todoroki se estaba tomando un baño mientras Midoriya le decía la lista de invitados a su cumpleaños que sería en cinco días.

— ¿Invitarás a Eijiro Kirishima?

Todoroki negó.— No quiero que Katsuki se altere, eso no es bueno para el cachorro.

Midoriya siguió nombrando a los invitados mientras Todoroki escuchaba con atención, al tanto que dos betas lavaban su cuerpo con delicadeza.

Uno de ellos dio un suave codazo al contrario al ver una marca de mordida en la parte trasera del cuello del bicolor, el emperador Todoroki había sido marcado. Los betas se miraron entre sí, preguntándose si la marca era de la emperatriz o de otro omega, aunque no creían capaz al emperador de engañar a la emperatriz.

— Sí. La emperatriz me marcó, pertenezco únicamente a Katsuki Todoroki.— habló al sentir como los betas no limpiaban su cuerpo.— Retírense, pueden decirle a todos la noticia si quieren. No importa.

Los betas se alejaron del alfa y se retiraron con una leve reverencia, se sentían muy apenados de ser descubiertos.

El peliverde soltó una risita.— ¿Si sabes qué ya no puedes estar con ningún otro omega? Y, ¿posiblemente otros alfas te vean con inferioridad?

Todoroki salió de la tina, caminó hasta donde estaba su bata y se la puso.— Lo sé perfectamente, no necesito de otros omegas. Bakugo es el único omega que quiero a mi lado y de lo último. No creo que nadie se atreva a decirme nada. Bakugo y yo solo completamos nuestro lazo, ahora es un lazo muy fuerte.

— En fin, quieres roles de canela en la fiesta, ¿Verdad?

— No. La otra vez se comieron los roles de canela de Katsuki. Se desquitó conmigo y tuve que preparar roles de canela en la madrugada.

Midoriya pensó en una solución.— Puedo pedir que le lleven una docena de roles de canela a la emperatriz cada hora hasta el trono.

El alfa sonrió ante la propuesta.— Sí, estaría bien. Te dejo los demás preparativos. Le prometí a Katsuki llegar a dormir temprano.

— Está bien, me encargaré de su fiesta de cumpleaños.

Todoroki salió de ahí, caminó hasta la habitación que compartía con Bakugo. Al llegar observó como su omega estaba acostado en la cama con un pequeño mohín. Bakugo al ver al alfa en la habitación se sentó en la cama y sonrió con amplitud.

— ¡Alfa, llegaste!— exclamó emocionado, dando pequeños brincos.

El alfa se acercó a la cama para evitar que el omega siguiera dando brincos.— Katsuki, ¿tardé mucho?

— Sí, me estaba quedando dormido.— abrazó al bicolor.

— Perdóname, estaba viendo los preparativos de mi cumpleaños.— besó la mejilla izquierda del rubio.

Bakugo se acurrucó en el pecho del bicolor, bajó la bata de baño para ver el torso del alfa.— Me gusta tu cuerpo.

El alfa se sintió avergonzado y peinó su cabello húmedo con nervios.— ¿Quieres secar mi cabello?

El omega dejó un suave beso en el pecho del bicolor antes de quitarle la toalla y dejarlo desnudo.— Dormiremos muy calientitos, ya elegí tu pijama.

— Que esposo tan lindo.

Bakugo empezó a secar el cabello del alfa y cuando consideró que ya estaba casi seco, dejó la toalla en el suelo.— Cámbiate rápido.

El omega se acurrucó en la cama mientras veía a su esposo cambiarse, después de unos minutos, Todoroki ya estaba en la cama, abrazando a su omega con delicadeza.
        

El Omega del emperador Todoroki  [TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora