La noche había caído, y la casa de Keiji y Kotaro estaba llena de risas, luces cálidas, y una atmósfera festiva que no dejaba lugar a la tristeza. Los amigos y familiares habían llegado casi al mismo tiempo, llenando el lugar de felicitaciones para la pareja por el bebé que venía en camino.-¡No puedo creer que van a ser padres, Keiji!-.exclamó Oikawa, abrazando a Keiji con entusiasmo. -¡Tienen que contarme cómo fue la primera reacción de Kotaro!.
Keiji, con su típica sonrisa tranquila, respondió: -Fue... exactamente como te imaginas. Mucha energía, muchas lágrimas, y una gran felicidad.-
Kotaro, que estaba cerca de ellos, escuchó el comentario y se rió. -¡Sí, Oikawa-san, no podía creerlo! Keiji es el mejor en todo, incluso en darme la mejor noticia del mundo./
Mientras tanto, el ambiente comenzaba a llenarse de una ligera tensión que muchos notaron. El primo de Kotaro, quien había llegado con una amplia sonrisa, no podía dejar de mirar a Keiji con un brillo en los ojos que no pasó desapercibido para nadie. Se llamaba Ryota, un joven apuesto con un aire despreocupado, pero era evidente para todos los presentes que su interés en Keiji no era solo familiar.
-Keiji, estás increíble esta noche,- dijo Ryota con un tono que intentaba ser casual, aunque la tensión en su voz era notable.
Keiji, incómodo pero cortés, respondió con una sonrisa forzada. -Gracias, Ryota. Es bueno verte.-
Kotaro, quien observaba la interacción desde un rincón de la habitación, sintió cómo la ira comenzaba a hervir en su interior. No era alguien que ocultara bien sus emociones, y sus amigos, especialmente Kuroo y Oikawa, notaron cómo su expresión cambió.
-Kotaro, ¿estás bien?- preguntó Kuroo en voz baja, acercándose con un vaso en la mano. -Pareces... tenso.-
Kotaro respiró hondo, intentando calmarse. -Ese idiota no puede apartar los ojos de Keiji. ¡Es mi esposo, no tiene ningún derecho!-
Kuroo asintió, entendiendo perfectamente la situación. -Lo sé, pero no vale la pena arruinar la noche por él. Keiji te ama, y eso es lo que importa.-
A pesar de las palabras de Kuroo, Kotaro no pudo evitar sentirse molesto. La fiesta continuó, pero la tensión era palpable.
Mientras tanto, un tío de Keiji, un hombre mayor con una sonrisa encantadora pero que claramente había bebido un poco de más, se había fijado en Kenma, quien estaba en un rincón jugando en su consola. Se acercó demasiado, intentando iniciar una conversación torpe sobre videojuegos.
- Así que... tú eres el famoso Kenma, ¿verdad? Kuroo habla mucho de ti,-dijo el tío, su tono ligeramente sugerente.
Kenma, incómodo y sintiendo la invasión a su espacio personal, no sabía cómo responder. Por suerte, Kuroo estaba atento a la situación. Se acercó rápidamente, poniendo un brazo protector alrededor de Kenma y miró al tío con una sonrisa que no llegó a sus ojos.
- Sí, Kenma es increíble. Gracias por notarlo, tío,-dijo Kuroo, haciendo un esfuerzo evidente por mantener las cosas amigables. -Pero creo que tiene que revisar algo importante en su consola ahora, así que lo dejaré en paz.-
El tío, captando la indirecta, se alejó murmurando algo inaudible. Kenma, agradecido pero también un poco avergonzado, miró a Kuroo.
- No tenías que hacer eso,-murmuró Kenma, aunque en el fondo le gustaba cómo Kuroo siempre estaba ahí para protegerlo.
Kuroo le dio un apretón suave en la mano. -Lo sé, pero me gusta hacerlo. Además, no me gusta cuando otros se acercan demasiado./
Mientras tanto, el resto del grupo notaba la tensión en varias parejas. Daichi y Kōshi, aunque no estaban juntos oficialmente, parecían tener una conexión evidente que todos percibieron. Durante la conversación, sus miradas se cruzaban de manera que dejaba claro que había algo más profundo entre ellos, algo que ninguno de los dos estaba dispuesto a admitir en voz alta.
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•Vidas entretejidas• [Omegaverse] • [Haikyu]
FanficLuego de que cada uno fuera por su propio camino nuevamente sus vidas se entrecruzan mientras enfrentan decisiones cruciales sobre familia y carrera. Algunos celebran la llegada de un bebé, otros luchan con la inseguridad y el miedo a dejar atrás su...