21

188 17 4
                                    



Desde aquel día en el café, Kōshi y Daichi habían comenzado a verse con frecuencia. Había algo en la conexión entre ellos que no podía ignorarse. Esa noche, en casa de Daichi, decidieron abordar el tema directamente.

—No podemos seguir pretendiendo que esto no está pasando, Daichi —dijo Kōshi, con los dedos entrelazados sobre sus rodillas, mientras evitaba la mirada de su acompañante.

Daichi asintió. —Tienes razón. Esto... lo que sea que estemos construyendo, es importante. Pero necesito ser honesto contigo.

Kōshi lo miró, con una mezcla de curiosidad y preocupación en su rostro.

—Tengo que hablar con Michimiya —continuó Daichi—. Terminaré con ella, pero necesito hacerlo de la manera correcta. Nuestra relación es conocida por nuestras familias, y sé que habrá consecuencias.

Kōshi desvió la mirada, apretando los labios. Una parte de él entendía, pero otra se llenaba de dudas.

—No estarás usando eso como excusa, ¿verdad? —preguntó, intentando sonar más seguro de lo que realmente estaba.

Daichi negó firmemente. —No lo haría. Pero quiero empezar bien contigo. No quiero lastimarte ni que esto sea algo de lo que podamos arrepentirnos.

Kōshi suspiró, dejando que el peso de las palabras de Daichi lo tranquilizara. Después de un momento, le dedicó una pequeña sonrisa. —Supongo que eres más honorable de lo que esperaba.

Daichi sonrió también, pero había una sombra de preocupación en sus ojos.

—Kōshi, quiero que sepas que esto es real para mí. Tú eres importante para mí.

Kōshi no respondió, pero sus ojos suavizados decían más de lo que cualquier palabra podría expresar.

---

Esa conexión entre ellos se fortaleció esa misma noche, cuando, a pesar de las circunstancias complicadas, Kōshi se permitió confiar en Daichi. Entre susurros y caricias suaves, se entregaron el uno al otro, dejando que sus emociones guiaran el momento.

Daichi lo trató con una ternura que casi hizo llorar a Kōshi, quien no estaba acostumbrado a recibir ese tipo de atención. Cuando finalmente descansaron, Kōshi se acurrucó en el pecho de Daichi, dejando escapar un suspiro cargado de sentimientos.

—Espero que no te arrepientas de esto —murmuró, su voz apenas un susurro.

—Nunca podría arrepentirme de algo que me hace sentir tan vivo —respondió Daichi, acariciando su cabello.

Kōshi cerró los ojos, dejando que esas palabras lo envolvieran, aunque en el fondo sabía que no todo sería tan fácil.






Al día siguiente, mientras caminaban por la calle con Kuroo y Kei, Kōshi se detuvo al ver a Michimiya esperando frente al café donde solían ir. Kuroo le pidió que esperara allí, pero Kōshi no podía apartar la mirada.

La conversación entre Michimiya y Daichi fue breve pero intensa. Kōshi observó desde la distancia, hasta que la vio levantar la mano y abofetear a Daichi.

Sin pensarlo, corrió hacia ellos.

—¿Me estás dejando por él? —gritó Michimiya, girándose para mirar a Kōshi con lágrimas de rabia en los ojos.

Antes de que pudiera decir algo más, Michimiya alzó la mano nuevamente, esta vez apuntando a Kōshi.

—¡Basta! —exclamó Daichi, sujetándola suavemente por las muñecas. —Michimiya, esto no es justo. Lo siento, pero no puedo seguir mintiéndote.

Michimiya retrocedió, sollozando. —Siempre fuiste tan correcto, Daichi. Siempre pensé que serías el hombre que me apoyaría, pero ahora veo que sólo eres un cobarde.

Con esas palabras, se dio la vuelta y se fue, dejando a Daichi y Kōshi en un silencio tenso.

Daichi miró a Kōshi, intentando explicarse, pero Kōshi lo interrumpió.

—Daichi, no tienes que decir nada. Esto no es algo fácil para nadie.

Daichi asintió, pero el peso en sus hombros era evidente.

—Quiero llevarte a casa.

—No, estoy bien. De verdad —dijo Kōshi, forzando una sonrisa.

Daichi lo miró con preocupación antes de despedirse.

Kōshi comenzó a caminar con sus amigos Kuroo y Kei, quienes lo habían acompañado ese día. Pero mientras avanzaban, Kōshi empezó a sentirse extraño. Sus pasos se volvieron más lentos, y finalmente, cayó al suelo.









Cuando Kōshi abrió los ojos en el hospital, la voz del doctor fue como un eco lejano.

—Felicidades, está embarazado.

La habitación quedó en silencio. Kuroo fue el primero en reaccionar.

—¿Hicieron... eso? —preguntó, incrédulo.

Kōshi asintió débilmente, con los ojos llenos de lágrimas.

—Yo... no sé qué hacer —admitió, su voz temblorosa mientras bajaba la mirada hacia sus manos. —Daichi está lidiando con tantas cosas. Su familia, Michimiya... No quiero ser una carga más para él.

Kei lo observó con una expresión neutral, pero su tono fue firme. —¿Y qué piensas hacer?

Kōshi dejó escapar un sollozo, llevando ambas manos a su rostro. —No lo sé.

Su cuerpo temblaba con cada respiración, y las lágrimas corrían por sus mejillas sin control. Era una imagen desgarradora, ver a alguien tan fuerte y siempre sonriente desmoronarse de esa manera.

—No quiero que este bebé crezca sintiéndose no deseado. Pero tampoco quiero arruinar la vida de Daichi...

Kuroo lo abrazó con fuerza, permitiéndole llorar en su hombro.

—Kōshi, no estás solo en esto. Tienes a todos nosotros.

Kōshi levantó la vista, su rostro lleno de lágrimas y ojos hinchados. —¿Y si no soy lo suficientemente fuerte?

Kei se acercó, colocando una mano en su hombro. —Eres más fuerte de lo que crees. Pero ahora mismo, no tienes que ser fuerte. Está bien llorar, Kōshi.

Esas palabras parecieron romper las últimas barreras de Kōshi, quien se aferró a Kuroo como un niño pequeño, sollozando incontrolablemente. Su vulnerabilidad era desgarradora pero también profundamente humana, recordando a sus amigos cuánto significaba para ellos.

—Te ayudaremos a contárselo a Daichi —dijo Kuroo.

—Cuando estés listo —añadió Kei.

Kōshi asintió entre lágrimas, aunque todavía sentía el peso de la incertidumbre sobre sus hombros.






❄️No aparte ni especifique la parte íntima porque quería que se reflejara el dolor de Kōshi, que, aunque relaje sobre su situación y haga bromas sobre esta con sus amigos, le duele saber que es la segunda opción y no poder reclamar y sabe que está haciendo las cosas mal. Le duele tener que lastimar a una chica por su "Egoísmo" pero esto lo detallaremos luego. En fin creen que Kōshi logre escapar de Daichi con el bebé?.

•Vidas entretejidas• [Omegaverse] • [Haikyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora