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Tadashi regresó a la casa de su madre, quien, al verlo llegar con una expresión de tristeza, le preguntó por qué había decidido quedarse allí. Tadashi le explicó todo lo sucedido con Kei. Su madre, aunque sorprendida, no se alarmó del todo; conocía a Kei y sabía cómo era su personalidad, pero no esperaba que dijera algo tan contundente. Después de escuchar a su hijo, le aconsejó que le diera a Kei la oportunidad de hablar, sugiriendo que tal vez no había pensado bien sus palabras y que podría haber hablado desde el miedo. Tadashi asintió, agradeciendo el consejo, y se fue a dormir.

Mientras se preparaba para descansar, recibió un mensaje de Shoyo, quien le preguntaba si estaba bien, ya que había recibido varias llamadas perdidas de Kei. Shoyo salió de su habitación para no interrumpir el sueño de su esposo, Tobio. Ambos habían tenido una noche apasionada, y Shoyo todavía sentía las secuelas en su cuerpo, especialmente en sus caderas, lo que le dificultaba moverse con facilidad. Con cuidado, logró salir de la cama, a pesar de que Tobio lo tenía abrazado, y se dirigió a la sala.

Shoyo se acomodó en el sofá y continuó conversando con Tadashi, quien le explicó todo lo ocurrido. La noticia del embarazo de Tadashi dejó a Shoyo impactado, especialmente porque también le comentó que Keiji parecía estar en la misma situación. Siguieron hablando por un rato, compartiendo sus pensamientos y preocupaciones, hasta que Shoyo sintió unas manos grandes posarse suavemente sobre su cabeza.

Sorprendido, Shoyo soltó un pequeño grito, lo que también asustó a Tadashi al otro lado de la llamada. —¿Qué pasa?-.preguntó Tadashi con preocupación. Shoyo miró hacia arriba y se encontró con Tobio, que lo miraba con una expresión entre molesta y adormilada. - ¿Sabes qué hora es?-.murmuró Tobio, algo irritado. Shoyo miró la hora en su celular: las 3 de la mañana.

Se despidió rápidamente de Tadashi, prometiendo que se verían al día siguiente, y dejó que Tobio lo guiara de vuelta a la cama. Shoyo se acurrucó nuevamente junto a su esposo, sintiendo el calor y la seguridad que Tobio siempre le proporcionaba, mientras sus pensamientos se desvanecían en el sueño.

Al mismo tiempo, en la casa de los Bokuto, Keiji había encontrado el valor para contarle a Kotaro sobre su embarazo. La reacción de Kotaro fue inmediata: una felicidad desbordante que borró todas las dudas y miedos que Keiji había tenido. Durante las horas previas, Keiji había pasado mucho tiempo sobrepensando cómo reaccionaría Kotaro, pero ver la alegría en los ojos de su esposo disipó todas sus preocupaciones.

Ambos estaban ahora abrazados en el sofá, viendo una película en silencio. Keiji podía sentir las caricias suaves de Kotaro en su vientre, que ya empezaba a mostrar señales de la vida que crecía dentro de él. Aunque muchos veían a Kotaro como alguien ruidoso y enérgico, en momentos como este, cuando la tranquilidad los envolvía, Kotaro también se volvía sereno, disfrutando de la simpleza del momento con Keiji.

La calma en la sala se rompió cuando Kotaro, con su tono característico, dijo: - No prometo estar tranquilo si te sientes mal y estoy lejos de ti.-.Keiji no se sorprendió demasiado; sabía que Kotaro era protector, especialmente cuando se trataba de su bienestar. Esta era, después de todo, su mayor preocupación.

Keiji pensó en las Olimpiadas que se acercaban. Para cuando llegaran, él estaría en su octavo mes de embarazo, y debido a su salud algo delicada, sabía que no podría salir a apoyar a Kotaro en persona. Este pensamiento lo puso nervioso, y Kotaro lo notó de inmediato. Con suavidad, lo abrazó más fuerte y le susurró: -Trataré de tranquilizarme si eso llega a pasar, pero prométeme que me dirás cuando te sientas mal, sin importar dónde esté o qué esté haciendo.

Esas palabras calmaron a Keiji. Aunque Bokuto a veces podía parecer inmaduro, cuando se trataba de ellos, mostraba un lado completamente diferente, uno que solo Keiji tenía la suerte de conocer y apreciar.


Al día siguiente, cada uno partió hacia sus respectivos trabajos. Tal como habían acordado, Tadashi y Shoyo se encontrarían en la "Cafetería Daichi", un lugar acogedor y conocido por su ambiente tranquilo. Cuando ambos llegaron, comenzaron a charlar sobre todo y nada en particular, disfrutando de la compañía mutua. La conversación fluía fácilmente entre ellos, pero sus palabras se detuvieron cuando vieron entrar a Koshi y Keiji al local.

Ambos les hicieron señas, y Koshi y Keiji se unieron a la mesa con una sonrisa. Como de costumbre, el dueño de la cafetería, Daichi, se acercó a Keiji para saludarlo, pero cuando sus ojos se encontraron con Koshi, su expresión cambió. Se quedó embelesado, incapaz de apartar la mirada del hermoso rostro del omega. La tensión era palpable, y todos en la mesa la notaron, pero nadie comentó nada en ese momento.

Después de que Daichi se retirara, los demás no pudieron evitar preguntar a Koshi si ese era el hombre del que tanto hablaba. Koshi, con una sonrisa juguetona, les confirmó que sí, que él era el dueño del que siempre mencionaba. Siguieron hablando, planeando una reunión en la casa de los Bokuto dentro de dos días para celebrar el embarazo de Keiji. Cuando propusieron celebrar también el embarazo de Tadashi, él, algo incómodo, declinó por el momento, diciendo que prefería esperar un poco antes de hacer un anuncio oficial.

Cuando estaban a punto de salir del local, Daichi tomó a Koshi del brazo y lo apartó del grupo. Los demás fingieron no haber notado nada, respetando la privacidad de ambos. Ahora a solas, Daichi y Koshi se miraron por un momento antes de que Daichi rompiera el silencio.

—Koshi... —comenzó Daichi, nervioso, sin saber exactamente cómo expresar lo que sentía—. No sé qué es lo que me pasa. Siempre pensé que me gustaban las mujeres, pero desde que te conocí... no puedo dejar de pensar en ti.

Koshi lo miró con una mezcla de ternura y algo de picardía, su seguridad innata brillando en su sonrisa. Sabía que el corazón de Daichi estaba en conflicto, pero también sabía que debía ser claro.

—Daichi, no quiero presionarte, ni mucho menos causarte confusión —dijo Koshi, con un tono suave pero firme—. Lo que sientes es válido, sea lo que sea. Pero quiero que sepas que respeto que estés en una relación. No quiero ser la causa de ningún problema entre tú y tu novia.

Daichi asintió, agradecido por la sinceridad de Koshi, pero también consciente de la intensidad de su propia confusión.

—Gracias, Koshi. De verdad no sé qué hacer con estos sentimientos —admitió, un poco avergonzado—. Pero me gustaría que siguiéramos viéndonos... aquí, en el café.

Koshi sonrió de nuevo, esta vez con una calidez que hizo que Daichi se sintiera un poco más tranquilo.

—Por supuesto, Daichi. Aquí estaré siempre que quieras hablar —respondió Koshi, su tono sugiriendo algo más, pero sin cruzar ninguna línea—. Nos vemos pronto, entonces.

Antes de irse, intercambiaron números de teléfono, dejando en claro que se verían nuevamente en el local. Koshi, con su carácter firme y su sabiduría, sabía bien que involucrarse con alguien confundido acerca de su sexualidad podía ser peligroso. No estaba dispuesto a dejarse lastimar por la incertidumbre de Daichi, sabiendo que el que más saldría dañado sería él. Aun así, estaba dispuesto a mantener una amistad y quizás algo más, siempre y cuando Daichi aclarara sus sentimientos.

Cuando Koshi se reunió con los demás, quienes lo esperaban afuera, no pudo evitar sentirse intrigado por la situación. Aunque era seguro de sí mismo y sabía cómo manejar ese tipo de interacciones, también sentía que había algo diferente en Daichi, algo que despertaba su curiosidad. "Tendré oportunidad? O solo él estoy ilusionando" esos pensamientos corrían por la mente de Koshi.

—¿Todo bien, Koshi? —preguntó keiji, aunque claramente conocía la respuesta.

Koshi simplemente sonrió, con un destello en sus ojos.

—Todo en orden. Solo un poco de charla casual —respondió con un tono despreocupado.

Con eso, el grupo se despidió y cada uno se dirigió a su respectivo destino, dejando atrás la "Cafetería Daichi" y el aire cargado de tensión que, de alguna manera, había unido a todos de una forma inesperada.

•Vidas entretejidas• [Omegaverse] • [Haikyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora