POV FREEN
Izquierda. Izquierda. Izquierda.
'Ugh'
Izquierda. Izquierda.
'Oh, no está mal.'
Derecha.
Ya hace dos meses que mi mejor amiga Nam me recomendó que descargase Tinder, una aplicación para el móvil con la que conocer gente.
Si alguien te gusta, sólo tienes que deslizar su foto hacia la derecha y, si tú también le has gustado, podréis entablar conversación. Sencillo y eficiente. Al parecer le daba mucha pena verme tanto tiempo sola y absorbida por el trabajo, y tiene razón.
Llevo casi 5 años soltera y mi vida sentimental hasta aquel momento tampoco era para tirar cohetes.
Di mi primer beso con 16 años en la fiesta de fin de curso. Joy, la chica rebelde de la clase me robó ese primer beso. Hasta ese día no tenía claro que también me gustasen las chicas y ella me despejó todas las dudas. Los siguientes años tuve alguna aventura sin importancia hasta que en mi segundo año de Universidad tuve mi primera relación seria.
En aquel momento deseaba que fuese la última, pero con el tiempo todo se fue enfriando y al final me di cuenta de que ya no era lo mismo. No he vuelto a tener ninguna relación estable.
Desde entonces han pasado 5 años y lo único que he hecho ha sido estudiar y trabajar. No es que a lo largo de este tiempo no haya estado con nadie porque sí que he tenido alguna aventura, pero nada serio.
El tiempo ha pasado volando, ni siquiera me daba cuenta de que estaba perdiendo los mejores años de mi vida hasta que Nam me abrió los ojos. ¿El problema? Que yo estoy bastante oxidada y no sé cómo ligar. Además, según Nam, ahora las cosas han cambiado y la gente utiliza aplicaciones del móvil para conocerse y enamorarse.
A mí todas estas historias me abruman y la verdad es que no se me dan demasiado bien. Yo solo quiero conocer a una chica, o un chico, gustarnos, divertirnos y que la cosa avance sola. Supongo que en realidad esto lo hace más sencillo. He de reconocer que era algo escéptica al principio, pero al final aquí estoy, deslizando de izquierda a derecha durante horas en busca de alguien que me llame la atención.
Desde que descargué Tinder he tenido dos citas desastrosas. La primera, una mujer que utilizaba fotos de cuando tenía 20 años menos. Cuando la conocí mi cara fue un poema, ella podría ser mi madre y no paraba de intentar seducirme de forma incómoda. Como era mi primera experiencia no quise ser desagradable y lo dejé estar, por supuesto que en cuanto salí del bar la bloqueé y no volví a saber de ella.
La segunda era una chica que tampoco se parecía a la de sus fotos y además era muy rara. Tomé una cerveza con ella, me reí con sus chistes, me despedí con educación y me fui a mi casa.
Si hay algo que me molesta en especial, es la falta de sinceridad. Para mí es el pilar sobre el que se sustenta todo.
Necesito que la gente sea sincera conmigo y yo siempre intento serlo. Empiezo a estar cansada de gente que utiliza fotos que no se corresponden con lo que te encuentras y también me estoy cansando de no decir nada y actuar con educación.
Estoy decidida a seguir buscando porque no quiero estar sola y porque ahora creo que es un buen momento para conocer a alguien, pero sí tengo claro que como otra persona me intente engañar no pienso quedarme callada.
POV BECKY
BECKY: ¡Irin! Ven a comer conmigo.
Acabo de terminar de cocinar mi plato estrella: macarrones con tomate. Con la precisión de un chef estrella Michelín los he cocido y después he vertido sobre ellos todo el bote de tomate. Para que luego mi madre diga que no sabe cómo sobrevivo sin ella.
ESTÁS LEYENDO
Tinder (FreenBecky)
RomanceFreen y Becky se conocen a través de una app para ligar y, tras una sucesión de enredos, se caen mal. Bastante mal. Aunque les encantaría no volver a verse nunca, algo inesperado las obliga a pasar tiempo juntas. Pero ninguna se lo va a poner fácil...