POV FREENLa cena con Billy fue mucho mejor de lo que esperaba. Hablamos de un montón de cosas, era como si el tiempo no hubiese pasado entre nosotros y fuésemos amigos de siempre.
Me contó que se trasladó a Nueva York con su familia de adolescente, que le fue muy bien en los estudios y que poco a poco fue haciéndose un nombre. Me alegré mucho y me sentí orgullosa de él, que un chico al que conocía de pequeño se haya convertido en un hombre tan exitoso me emociona. A ratos incluso apenas recuerdo que Becky está cenando con su ex novia en este mismo momento.
BILLY: Pues parece que en lo laboral nos ha ido bien a los dos.
FREEN: Sí, se me hace muy raro. Te recordaba como un niño y verte ahora como un hombre de negocios me choca demasiado.
BILLY: A mí me pasa un poco lo mismo. Tenía la imagen de Freen, la niña de 12 años con camiseta rosa de Paul Frank.
Me echo a reír. ¿Por qué todo el mundo me recuerda siempre con aquella camiseta?
FREEN: Te juro que tenía más camisetas.
BILLY: Pero tu expresión sigue siendo la misma. Es muy raro. Me gusta.
FREEN: Tú has cambiado demasiado, si no supiera que eres tú no sería capaz de reconocerte.
BILLY: Ya -se ríe-, bueno, he cambiado en muchas cosas.
FREEN: ¿A qué te refieres?
BILLY: A nada en particular, a todo en general... ya sabes. Pero me encanta volver a hablar contigo, siempre me pregunté qué sería de ti.
FREEN: Pues aquí tienes la respuesta. Una mujer adulta que trabaja en la empresa de su padre. Creo que en aquella época ya nos imaginábamos que terminaría así.
BILLY: ¿Y más allá del trabajo?
FREEN: Más allá del trabajo, ¿qué es eso? No tengo tiempo para más allá.
BILLY: Te entiendo mejor de lo que piensas.
Supongo que lo entiende, su vida debe de ser parecida a la mía pero a máximo nivel.
FREEN: Para mí este viaje son las primeras vacaciones en años, y tengo que trabajar parte del tiempo.
BILLY: ¿En serio? No, eso no puede ser. Te necesito al 100%. Deberías tener unas vacaciones en condiciones, tienes un mes por delante hasta que empiece el proyecto. ¿Por qué no te quedas en Nueva York un tiempo?
FREEN: ¿Aquí? No lo sé.
BILLY: O en cualquier otro sitio, donde quieras. Puedes tomarte un tiempo, ahora es un buen momento, el trabajo no empezará hasta el mes que viene y cualquier cosa que haya que hacer puedes delegarla en tu ayudante, parece competente.
Unas vacaciones... ni siquiera me lo había planteado.
FREEN: No lo sé, podría pensarlo.
BILLY: ¿Tienes novio?
'¿Qué? ¿Por qué me pregunta eso?'
FREEN: No.
Me muevo incómoda en mi silla, no entiendo por qué me ha preguntado eso. Parece que se ha dado cuenta porque abre los ojos sorprendido.
BILLY: Eh, perdona, no quería incomodarte. A veces soy muy directo
FREEN: No, no pasa nada, es que no me esperaba la pregunta.
BILLY: No, de verdad. Lo decía porque podías tomarte unos días para irte con tu novio, si tuvieses, pero si no da igual, estar soltero está bien. Lo que quiero decir es que no había ninguna intención oculta en mi pregunta, no te estaba tirando la caña, ni nada así. Yo soy gay, ¿sabes?
Lo observo con la boca abierta.
FREEN: No lo sabía.
Se ríe.
BILLY: Ya, bueno, no es algo que haya trascendido a la prensa, aún. Pero no sé, supongo que algún día se sabrá, como todo.
Estoy mucho más relajada, por un momento me sentí incómoda, no sé por qué. No tengo demasiada confianza con él en realidad aunque aquí sentados hayamos creado una atmósfera de complicidad y me pilló desprevenida, pero al final la tensión desapareció.
FREEN: Yo soy bisexual.
Me mira sonriendo.
BILLY: Oh, eso explica muchas cosas.
FREEN: ¿Qué?
BILLY: No sé, me daba la impresión de que entre tu ayudante y tú había mucha química.
Casi me atraganto con la bebida.
FREEN: ¿Con Becky? ¿Química?
Se ríe.
BILLY: Sí, hay como una tensión sexual gigantesca entre las dos, llevo pensándolo desde el primer día, ¿no la habéis resuelto nunca?
Me arde la cara.
FREEN: No.
Billy me mira divertido. Me pregunto por qué habrá dicho eso, ¿tenemos tensión sexual? Bueno, es obvio que algo pasa, me pone nerviosa, me atrae, ¿los demás lo notan?
BILLY: Pues deberían.
Estoy en uno de esos momentos en los cuales me encantaría tener a Nam conmigo para que me ayudase a aclarar todas las dudas que hay en mi cabeza y me abriese los ojos. Mi estado de confusión desde que llegamos aquí, todo el día a solas con Becky, me está comiendo por dentro.
FREEN: No sé qué me pasa con Becky, hace una semana ni siquiera la soportaba. Bueno... no sé, esa quizás no sea la palabra. Hace una semana ni siquiera me lo planteaba. Creo que estar aquí con ella se me está haciendo raro. Estoy hecha un lío
BILLY: ¿Ella te gusta?
'¿Me gusta?'
FREEN: Quizás esa palabra sea demasiado grande. Más bien me... ¿atrae? Digamos que... mucho.
Billy se ríe.
BILLY: Creo que ambas se atraen mucho.
FREEN: No lo sé, a veces me da la sensación de que ella piensa lo mismo, pero al segundo siguiente es justo lo contrario.
BILLY: Yo evidentemente no estoy en vuestras cabezas y todo lo que te puedo decir es lo que se ve desde fuera. Pero desde aquí te puedo asegurar que parece que le gustas.
FREEN: ¿En serio?
BILLY: Freen, te come con los ojos.
Sus palabras me ponen nerviosa. ¿Becky me come con los ojos? ¿Esos ojos malditamente increíbles que tiene me comen a mí? Se me acaba de dibujar una sonrisa idiota en la cara. No la puedo controlar y lo odio.
FREEN: ¿Tú crees?
Billy no deja de reírse y me pone más nerviosa todavía.
BILLY: ¿De verdad no te das cuenta?
FREEN: No. Es mi empleada. Es complicado. No hemos empezado con buen pie, es largo de explicar. Digamos que no me lo había planteado.
'Necesito un trago.'
Maratón 3/5
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Tinder (FreenBecky)
RomanceFreen y Becky se conocen a través de una app para ligar y, tras una sucesión de enredos, se caen mal. Bastante mal. Aunque les encantaría no volver a verse nunca, algo inesperado las obliga a pasar tiempo juntas. Pero ninguna se lo va a poner fácil...