2007

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—Hemos llegado.—Dijo ávidamente mientras iba a sentarse donde le esperaba una taza de té humeante.

Max tenía un trofeo en su mano libre, esas semanas habían sido ajetreadas para el Niño, se había graduado de la clase Rotax Max Challenge y con ello, terminó ganando la competencia Belga y Neerlandesa en su categoría.

—Felicidades Maxie.—Felicitó en un susurro cuando este se le acercó, no podía decirlo en voz alta si no quería repercusiones.

Ignoro al otro adulto y solo le tendió temblando el plato de comida en frente, al contrario de Jane que saltó hacia el mayor con entusiasmo, dejando de lado su comida.

—¡Volvieron!

—Si princesa y como prometí,—Jos le hizo señas a Max que molesto dejó su trofeo en la mesa de la entrada y salió hacia la furgoneta, sacando de ahí una caja de tamaño mediano, envuelta en papel amarillo con azul.—feliz cumpleaños atrasado hija. Perdón por tardar con tu regalo.

La niña estaba tan feliz que salió corriendo rumbo a la caja para abrirla, sacando ahí un patinete eléctrico.

—¡Gracias papá!—Tuvo dificultades para sacarlo.—¡Max, ayúdame!—El mencionado acato la orden y le ayudó a su hermana a sacar el patinete.—¡Mamá, voy a ir afuera con Max!

—¿Qué? Yo no quiero salir Vic.

—Ve con tu hermana.—El europeo ordenó, haciendo que frunciera el ceño y saliera detrás de la mencionada.

El patriarca de los Verstappen masticó su comida mientras revisaba su móvil, tenía algunos mensajes que responder.

Sergio se encontró lavando los trastos, no teniendo interacción más que cuando el contrario le pedía algo.

Así había sido desde el año pasado y desde que el neerlandés dejó de vivir con ellos. El mayor ahora tenía un departamento en Montfort y eran monosílabos los que entablaban, esto del lado de Jos pues Michel había comenzado a tartamudear y no dejaba de temblar cuando le veía o este le decía algo.

Tuvo miedo cada noche desde ese entonces, no podía dormir bien y la mayoría del tiempo terminaba llorando en silencio. Durante esas semanas sus hijos iban y venían pero se dormían con él en la habitación de invitados, toda la esencia de Michel se había ido hacia ese lugar. No quería tocar nada del piso de arriba ni del garaje.

Ya iba a ser un año que no tocaba ese lugar.

Cada día Jane preguntaba por él durante los tres meses de la fuga del mayor lograba crear una excusa para la pequeña, en contraste a Max que ni se inmutó por la ausencia y hasta se le vió más contento y relajado.

Intentaba poner el ejemplo para ambos y no verse afectado por la situación. Y lo había logrado si no fuera por ese maldito programa de chismes.

A principios del año fue cuando se enteró de las infidelidades del europeo por los medios ni siquiera se inmutó, no tenia las fuerzas ni las ganas de ver como la gente le llamaba "cornudo" en todas partes.

Tenía que ser fuerte por sus hijos.

Pero los pequeños se estaban viendo afectados y se había dado cuenta de ello hace un par de semanas.

—Mamá.

—¿Qué sucede Maxie?

—En la escuela...—Se quedó callado para ver la reacción de su madre.

—¿Qué pasó, te hicieron algo?

—N-no, solo...—Vio como el menor se mordió la lengua.—Bueno...

Ik Houd Van Je, MamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora