capitulo 35

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  PUNTO DE VISTA DE ARTHUR LEYWIN

No me había dado cuenta a qué hora me había quedado dormido, pero ahí estaba durmiendo mientras sentía una cálida sensación entre mis brazos que no pude evitar acercarla más a mí, sintiendo una textura suave mientras un dulce y embriagador olor inundaba mis fosas nasales.

'Vaya que atrevido', una hermosa voz resonaba en mis tímpanos mientras abría mis ojos para ver de quién se trataba.

Mis ojos se abrieron como platos al ver que estaba en la cama junto a Tess, quien estaba entre mis brazos y tenía mi cara en el hueco de su cuello.

Rápidamente intentaría alejarme, pero Tess envolvería sus delgados pero fuertes brazos alrededor de mi cuello, acercándome más a ella.

'Tranquilo, Art, yo fui quien te metió en la cama... Ok, eso se escuchó mal', diría Tess entre risitas por sus propias payasadas.

'Tess, ¿estás bien? ¿Te duele algo?', pregunté mientras trataba de buscar heridas y de no lastimar su recién curado cuerpo.

Tessia simplemente me miraría a los ojos, dejándome ver esos hermosos ojos turquesa que eran como un par de gemas cuidadosamente elaboradas, casi surrealistas, que tanto me gustaban.

'Quién', dije casi en un susurro. '¿Qué?', respondió Tess a mi pregunta sin entender a qué me refería. 'Quién te lastimó', dije con la sangre hirviendo de odio.

Tessia simplemente me dio una sonrisa comprensiva mientras me abrazaba suavemente, enterrando mi cara en su pecho, mientras me susurraba al oído 'entiendo que estés molesto, Art, porque yo también lo estaría si alguien te lastimara así, pero no puedo decirte aún. Espero que me entiendas y confíes en mí'.

Las palabras de Tess solo me hicieron querer saber más quién había sido, pero al mismo tiempo no pude resistirme. No puedo negarme a lo que sea que me pida esta chica.

'Está bien, entiendo', dije, rindiéndome ante ella.

Pero luego me di cuenta de dónde tenía mi cara, por lo que rápidamente mis mejillas comenzarían a calentarse por la vergüenza.

'Tess, ¿no crees que debería salir de la cama para que duermas bien?', dije, tratando de ocultar mi rostro sonrojado de Tessia.

'¿Por qué...? Solíamos dormir juntos cuando vivíamos en Elanoir, ¿o es que te disgusta estar serca de mí?', murmuró, mientras su expresión facial se transformaba en una cara triste que me miraba en busca de respuesta.

'Claro que no, pero ya no somos niños, esto no está bien', dije, tratando de alejarme, pero nuevamente Tessia me abrazó con fuerza.

'Por favor Art, quédate conmigo', dijo Tess mientras su voz temblaba, lo que hizo que el corazón se me hundiera por la tristeza de verla así.

Simplemente le devolví el abrazo y nos quedamos en silencio durante unos minutos, en los cuales no pude evitar sentir su suave aroma tan embriagador, dulce y adictivo, que era imposible pensar en otra cosa que no fuera en mi amiga de la infancia, la cual se encontraba entre mis brazos. Sabía que estaba mal desear a Tess, pero ya no podía negarlo más, yo la quería, la deseaba, no quería que fuera de nadie más, no quería que nadie más que yo la tuviera, quería protegerla y que nunca se fuera de mi lado. Y haría lo que fuera por ella, incluso mataría por ella.

Pero estaba mal que yo tuviera estos pensamientos. Tess no sabía de mi reencarnación y sería capaz de aceptarme, pero antes de que pudiera hundirme en mis pensamientos, la voz de Tess me sacaría de mi ensimismamiento.

'¿Qué te tiene tan acomplejado, mi Art?' Las suaves manos de Tess se posaron en mis mejillas mientras me daba una mirada de preocupación que me hizo querer decirle toda la verdad, pero al mismo tiempo me aterraba la idea de que ella me odiara. No quería eso, no era tan fuerte.

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