tras es sacrificio de Arthur Leywin para salvar a téss de Cecilia la princesa de elanoir queda desbastada al ber morir asu amado por segunda ves, pero mordain le dará la oportunidad de cambiar el pasado
Ahora con un poder nuevo equiparable al ét...
Eran las cuatro de la madrugada y tanto Max como yo nos encontrábamos en las afueras de la academia Xyrus esperando a María para partir.
¿Cómo estás? -pregunté a Max, por Silvi quien se encontraba callado con la mirada baja.
Está bien. Lloró toda la noche y no me soltó hasta dormirse. Tuve que usar éter para poder sacarme de su agarre -dijo Max con tristeza y desmotivación.
Lo siento por hacerte tener que alejarte de tu nueva amiga -dije sintiéndome mal por ver la tristeza de mi lindo hijo.
No te disculpes mamá, tú tienes razón, en nuestro estado actual apenas rozamos el poder de un núcleo blanco, incluso alae podría derrotarnos -dijo mi vínculo mientras se recomponía.
Aunque irnos era para volvernos fuertes y poder defender a Dicathen de la guadaña con la cual no tuvimos oportunidad, aún era difícil dejar a Art y Silvi.
Veo que están listos, la voz de María saldría de la sombra de los árboles cercanos. Espero que no estuvieras esperando el momento para asustarnos, dije un poco molesta por su comportamiento infantil del asura.
Ah vamos, simplemente quiero subir el ánimo, diría María mientras un portal se abriría a su derecha.
Ya te despediste de todos porque una vez empiece el entrenamiento solo podrás regresar una vez entre los 5 años, dijo María con seriedad mientras me veía a los ojos. Sí, fue lo que respondí.
Max se subiría a mi espalda como si de changuito se tratase y ambos entraríamos al portal, el cual era diferente a los míos y a los portales normales, ya que el de él no te daba ganas de vomitar cada vez que lo pasabas.
Al cruzar el portal, una luz ardiente golpearía mis ojos, dejándome ver árboles de un color amarillo y naranja, pero lo más curioso fue que mi cuerpo se sentía pesado.
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'¡Bienvenida princesa! Aquí es donde te entrenaré por los siguientes 5 años', dijo María mientras cerraba el portal a mis espaldas.
El lugar era extraño. No entendía por qué el cuerpo me pesaba tanto y tampoco la extraña sensación de estar encerrada en una cúpula. - María, este lugar no es normal - ¿Qué pasa? - pregunté al asura, quien me miró con ojos sorprendidos.
Vaya, te diste cuenta rápido. Supongo que es por tu afinidad con mi voluntad, pero tienes razón, este lugar está en otro espacio - levanté una ceja en su dirección ante su afirmación.
Otro espacio, ¿qué quieres decir? - pregunté, confundida. - ¿Cómo sabes? Soy como una especie de fugitiva para los asuras, por lo que tengo que esconderme para evitar peleas innecesarias.
Y este lugar es mi hogar, es un lugar fuera del espacio de nuestro mundo - mis ojos se abrieron de par en par de la sorpresa.
Pero no solo nos oculta, sino que aquí todo pesa 100 veces su peso y el tiempo es doblado - diría María, con orgullo, por su creación. - Bueno, eso explica por qué mi cuerpo pesa como si estuviera hecho de roca. Pero, ¿qué quieres decir con doblar el tiempo?
