Madre

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Era extraordinario como la vida parecía seguir su curso sin importar las desgracias que ocurrieran, tu corazón podía romperse y tu misma existencia podía verse reducida a la más triste miseria pero la vida continuaba, el sol salía y luego la luna tomaba el cielo, así día tras día. Las velas en el Instituto Hawkins habían desaparecido, al menos en el interior del edificio, ya que habían comenzado a inundar los pasillos, entorpeciendo el paso. Ahora el director había colocado una especie de altar en la entrada, protegido por un techado que se basaba en una pequeña placa de metal, el cual albergaba tres grandes fotos enmarcadas de las victimas y un sin fin de velas, ramos de flores y otros obsequios como peluches y balones de baloncesto. Los partidos del equipo de baloncesto se suspendieron tras la muerte de Tommy, en parte por respeto pero también porque debían encontrar un sustituto, sin embargo, con la muerte de Carol aquello se había paralizado, todo el mundo estaba demasiado consternado como para pensar en los campeonatos, incluso el resto de equipos de los diferentes deportes habían planteado un parón en señal de respeto.

-El entrenador no lo entiende -bufó Heather -Dice que en baloncesto es lógico porque les falta uno, pero que atletismo y todos los demás no tenemos nada que ver, que Carol no pertenecía a los equipos 

-Eso es bastante cruel -le apoyó Robin torciendo el gesto

Estaban sentados en la gradas, octubre aún se presentaba clemente y el sol brillaba a pesar del nublado que le acompañaba, el director había determinado que los alumnos podían salir del edificio siempre y cuando no se fueran del recinto escolar, donde las cámaras llegaban a vigilarles. Antes estaban apagadas y solamente las encendían de noche, o eso decían ellos, pero ahora habían pasado a funcionar 24h y el colegio había sido dotado con varios guardias de seguridad a cargo del Ayuntamiento que vigilaban dichas grabaciones en todo momento. Steve alzó la vista hacia el grupo de cámaras que enfocaban el campo de entrenamiento, los estaban vigilando y eso le hacía sentirse lo suficientemente seguro como para salir a fuera en vez de permanecer encerrado en el comedor, entonces volvió la vista a sus amigos y se incluyó en la conversación.

-Creo que es normal, ¿no? Ante hechos traumáticos la gente responde de forma diferente, hay quien cae en depresión o el terror y no es capaz de continuar con su vida, y hay gente que necesita actuar como si nada hubiera pasado, centrarse en otra cosa... Creo que el entrenador solamente quiere que todos tengan algo en lo que ocuparse, incluso él mismo, si estás pensando en el campeonato no puedes pensar que un asesino se va a echar encima de ti 

Robin estiró su mano suavemente y tocó la de Steve, que yacía sobre su rodilla, reclamando la atención del moreno, quien sonrió débilmente pero eso no evitó que la chica le mirase preocupada.  

-¿Es eso lo que crees que va a pasar, Steve? ¿Que alguien se echará sobre ti en el menor descuido? -preguntó Robin con una suavidad impropia de ella

Steve se sintió observado, de repente todos los ojos estaban sobre él, Robin y Eddie le miraban con preocupación, Heather y Chrissy con pena. Billy era el único que no le miraba, se mantenía callado, mirando al horizonte de una forma ausente. Todo el mundo lo observaba, a todas horas, unos con pena, otros con miedo, algunos con rabia... Steve no sabía si agradecer que por lo menos alguien no decidiera cargarle con el peso de su mirada, o temer que Billy no le mirase porque a esas alturas su situación le era indiferente. Tal vez el rubio ya se había cansado de sus miedos, de escuchar sus divagaciones y sus mea culpa, tal vez preferiría que pasara página y fingiera que nada había pasado. El moreno pensó por un momento cómo habría sido su relación si nada de esto hubiera pasado. Hubieran seguido como en septiembre, robándose miradas por los pasillos, escondiéndose en las escaleras de incendios, quedando en la oscuridad de la noche. Su única preocupación sería que los pillasen, y eso, en comparación con la espada que ahora pendía sobre sus cabezas, no era nada.

{Happy} SCREAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora