Cara a cara

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Octubre, 24 H tras el descubrimiento del asesinato de Carol Perkins


Hopper y el resto del cuerpo de policía habían levantado el cadáver nada más encontrarlo. La escena del crimen fue fotografiada para poder mantener intacto en la memoria cómo había sido encontrado todo, la policía forense acudió desde Indianápolis para poder realizar todas aquellas pruebas que el pequeño departamento de Hawkins no podía, y la autopsia del cadáver se realizó inmediatamente. Nadie quería tener a los padres esperando días y días, los Perkins necesitaban enterrar a su hija, llorarla en paz. Carol no tuvo velatorio, el pueblo ya había estado en vilo esperando a que, con suerte, la encontrasen viva. Además, no tenía sentido la espera ya que todo el mundo estaba 100% seguro de su deceso, Carol no iba a despertar de repente tras un esplendoroso caso de catalepsia, que te cortaran la cabeza no daba mucho lugar a ello.

Todo el mundo sabía cómo había muerto. Lo más lógico hubiera sido que no, que se hubiera mantenido bajo secreto de sumario, datos privados de la investigación, sin embargo, en un pueblo como Hawkins los secretos no duran mucho por lo que es mejor desvelarlos. Nadie sabe exactamente de dónde se sacó el dato, pues todos los integrantes de la comisaría dirían que ellos no lo revelaron, sin embargo, no había ni un alma que no supiera que la pobre Carol Perkins fue encontrada en la vieja fábrica, en la planta -1 para ser más exactos, una fractura en su cráneo que había acabado con su vida y que había sido realizada por un objeto metálico; estaba completamente vestida salvo por su ropa interior, aunque no fue encontrado ningún signo de violación o de haber mantenido relaciones siquiera, toda su documentación y dinero estaba intacto en su bolsillo, y se encontraron restos de cerveza en su estómago.

Carol fue enterrada a penas 15 horas después de que hallasen su cadáver, lo que habían tardado en limpiar la escena del crimen, hacer su autopsia y que la funeraria lo dispusiera todo a una velocidad de récord. Nadie sabía si le habían cosido la cabeza o simplemente la dejaron sobre sus hombros, el ataúd se presentó cerrado y nadie estaba dispuesto a preguntar algo tan morboso, pero nada de eso evitó los cuchicheos y las evidente elucubraciones. Fue enterrada en el panteón familiar con todos los honores, el alcalde había colocado una bandera de EE.UU encima del féretro y todo, la banda del colegio tocó el himno, casi parecía que se estuviera enterrando a la Lady Di americana o algo. Todas las flores que rodearon el evento eran rosas blancas, la gente estaba vestida de gala, incluso con pamelas negras a pesar de que, en octubre, no hacía sol en Hawkins. La gente lloraba desconsolada, todo el instituto estaba allí, incluyendo aquellos que habían sufrido bullying a sus manos y aquellos que la odiaban a muerte, de repente muy afectados por su fallecimiento. Billy no dijo nada, comprendía que odiar a alguien no significa que literalmente desees que muera, menos aún brutalmente asesinada, pero estaba seguro de que la mayoría de esas lágrimas eran terriblemente falsas y que al día siguiente no se acordarían de ella, salvo que les fuera útil para mantener alguna cotilla conversación de mal gusto.

Steve no había ido al funeral, lo último que quería es que su ausencia suscitase más rumores de lo que ya protagonizaba. Hopper se mantuvo todo el tiempo a su lado, Billy al otro, Heather frente a él como si su baja estatura pudiera cubrirlo frente al mundo y, Chrissy y Eddie protegían sus espaldas. Steve estaba completamente rodeado. Muchos seguían insistiendo en que era su culpa, su maldición. Jason había sido asesinado en una fiesta que él había convocado y fue él el último en salir del garito, Tommy había sido encontrado en el patio de su casa, y en cuanto a Carol, bueno, no había nada que la relacionase con ella salvo que Steve y Carol se odiaban, y eso era suficiente. Hopper, protegiendo las espaldas de quien cuidaba como a un hijo, se había asegurado de que cayera en la cuenta de que para llegar a fábrica había que pasar por delante del camino que llevaba a su cabaña, y de que Carol fue encontrada envuelta en una manta que pertenecía a Steve Harrington.

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