La Tormenta Se Avecina

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Pero la guerra no esperó. Una ofensiva sorpresa del Norte se desató días después, rompiendo la tregua y causando una masacre en el campo sur. Minho fue separado de su unidad, y durante días no hubo noticias de Jisung. La incertidumbre lo consumía.

Cada noche, Minho regresaba al claro del bosque, esperando ver la figura de Jisung entre los árboles, pero la luna solo arrojaba sombras vacías.

Finalmente, una noche, Jisung apareció. Estaba herido, su uniforme rasgado y cubierto de tierra.

—¡Jisung! —exclamó Minho, corriendo hacia él.

Jisung cayó de rodillas, respirando con dificultad.

—Pensé… pensé que no te volvería a ver —jadeó, mientras Minho lo sujetaba con fuerza.

Minho lo abrazó, apretándolo contra su pecho.

—Estoy aquí, estoy aquí —susurró—. Pero tienes que prometerme que no te arriesgarás así de nuevo.

Jisung asintió débilmente, sintiendo el calor de Minho a través del frío de la noche.

—Lo prometo… pero no puedo perderte, Minho. No ahora.

Minho besó su frente, su corazón latiendo con fuerza contra su pecho

Mi soldado [Minsung/Hanknow]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora