CAPÍTULO 20: MANADA

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-Tan, ¿cómo sigues con Bonnie? -susurró Emily por lo bajo, mientras el resto de los chicos hablaban entre sí

-Nos dimos un tiempo... creo que aún hay algo por lo que luchar, solo debemos darnos tiempo

-¿Tú estás bien?

-Supongo, pero verla tan liberada y feliz en su mundo... me lastima. Es feliz en un mundo donde yo no tengo lugar

-Siento mucho escuchar eso -acarició su espalda y suspiró -te aprecio, Tancito. Por lo mismo, te digo... ya tienes la respuesta. Deja de sufrir por algo que no es posible. No te niegues a lo evidente

-Me gustaría tu capacidad para no sentir amor. Tú usas y desechas a tu antojo, sin sufrir en el proceso. Eso es algo que me gustaría poder hacer

-Bueno, si lo dices así me haces ver como una perra -rió fugaz -aprovecha este tiempo para pensar en tu futuro. Sal y diviértete. Aprovecha para conocer gente nueva. Sal al mundo, Tan. No todo gira alrededor de Bonnie. Quiero verte bien, ¿okey?

-Gracias -asintió -eres la única que sabe lo que sucede realmente con mi vida... es gracioso que la persona con menos vida amorosa, sea la que me dé consejos

-No hay que tener vida amorosa o creer en esa ridiculez del amor para aconsejar sobre lo obvio. Es obvio que lo de ustedes no funciona, Tan. Pero estás "enamorado" y te vas a aferrar a cualquier cosa para seguir con ella. Con ella, que ya pasó de página y está viviendo su vida sin ti

-Eres cruel, pero justa

-Soy honesta

Deacon llegó y se unió a ellos, saludando a todos. Su mirada se dirigió hacia Emily, y por un momento, se detuvo en ella, absorbiendo su presencia. Luego, se encaminó hacia el gimnasio. Emily le dió un apretón en el hombro a Tan, y se dirigió hacia el gimnasio. Sin pensarlo, corrió hacia él, y lo sorprendió abrazándolo por la espalda -Hola

-Buenos día, bonita. Te traje batido proteico y una bebida energética para que tengas durante el día -se dió la vuelta y la abrazó, atrayéndola hacia sí - te ves bien, ¿pudiste descansar?

-Muy poquito... no, en realidad no -besó su pecho y se recostó sobre él, abrazándolo por la cintura

-¿Por qué no? Yo tampoco pude dormir

-No podía dejar de pensar en ti... en lo que pasó -se aferró más fuerte y sonrió - pude cerrar los ojos y verte a ti. Me vi a mí misma contigo, en la playa, juntos. Y sentí alivio. Me gustó tanto verte a ti, que quería repetir esa sensación una y otra vez. Porque por primera vez, pude pensar en la playa y no sentir miedo. No quería dormir... estaba siendo feliz contigo, Deac

-No sabes cuánto me alegra escucharte -sonrió y la abrazó más fuerte

-A mí también me alegra mucho. Gracias

-Gracias a ti

-¿Quieres entrenar conmigo? -cambió de tema, suspiró y se alejó, yendo en busca de su batido -Hondo dijo que teníamos 30 minutos libres hasta que él hablaba con el Comandante

-Sí, de hecho vine a entrenar -asintió buscando las pesas -necesito energía... muchísima o el arma se me caerá de las manos

-Yo no tengo sueño ni estoy cansada, es extraño pero tengo mucha energía -bebió el líquido y se quitó la remera, quedando en top deportivo. Se colocó los guantes y encaró el saco de boxeo

-¿Quieres ir al ring?

-No, porque eres tramposo -sus puños aterrizaron una y otra vez en el saco, haciéndolo vibrar

SWAT: BAJO LA SUPERFICIE: David " Deacon" Kay & Emily Smith Donde viven las historias. Descúbrelo ahora