El Sargento II David "Deacon" Kay, un devoto católico y firme creyente de la justicia, quien forma parte del equipo SWAT. Por otro lado, está Emily Anderson Smith, la primera mujer oficial del equipo, quien es devota de sí misma y cree que la justic...
¡Hola! Les dejo la segunda parte del capítulo Disfruten de la lectura GRACIAS por leer, votar y comentar Me agrada mucho leerlos y saber que les está gustando la historia 🥺❤️ Aprecio mucho sus comentarios, me gusta leerlos... me motivan a seguir escribiendo GRACIAS
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-¡Wow, Docon! Tu casa es enorme -gritó la pequeña con cierta euforia cuando llegaron a la puerta de la residencia - conocía la casa de Emi, pero la tuya es mucho más linda -miró a Emily y sonrió -sin ofender, Emi. También es linda
-Bueno, ¿qué crees? No es mi casa... -habló Deacon intentando controlar sus emociones
-¿No es tu casa? -lo interrumpió -no me digan que me trajeron cómplice de un robo, ¿van a robarla?
-No, Lexie. Sí es mi casa... bueno, es la casa de nosotros tres -sonrió y se inclinó a su altura -con Emi compramos esta casa para ti, princesa
-¿Para mí? Si todavía ni es mi cumpleaños
-Lexie, ¿recuerdas lo que tú tanto deseabas? -Emily sonrió y la tomó con delicadeza del mentón -y ni menciones lo del unicornio porque todavía no lo conseguimos... ni lo de Harry Styles
-¡Esas eran mis primeras opciones!
-Tú siempre decías que cuando Sophie se fuera al cielo con tu papito Raúl, querías quedarte con dos personas, ¿recuerdas? -la orientó ella
-Contigo y con Docon, pero Sophie no precisa irse al cielo porque yo quiero estar con ustedes y que ella se quede sola alimentando las palomas. A mí ni me gustan esos animales porque me dan alergia...
Deacon y Emily se miraron, la niña comenzó a divagar. Suspiraron, sin saber cómo darle la noticia. No estaba siendo fácil
-Bien, tengo hambre... deberíamos entrar para conocer nuestra nueva casa y cenar -Deacon carraspeó y tomó a la niña en brazos mientras Emily abría la puerta -tu barriga hace ruido, ¿tienes hambre? Fíjate que hoy estamos celebrando, así que comeremos hamburguesa
La niña festejó mientras sus ojos brillaban al ver cada espacio de ese lugar -Docon, ¿por qué dices que es nuestra casa? ¿Y por qué se están comportando tan raro? -frunció la nariz y los miró
-¿Raro? Nosotros no nos estamos comportando raro, solamente estamos cansados por el trabajo -carraspeó Deacon, sentándola en la banqueta frente a la isla mientras él se acomodaba en la banqueta contigua -y, digo que es nuestra casa porque... bueno, es nuestra
El silencio reinó. La mirada curiosa de la niña los tenía tragando saliva
-Comamos nuestras hamburguesas -interrumpió Emily, los nervios la harían desmayarse -comamos antes que se enfríe
