El Sargento II David "Deacon" Kay, un devoto católico y firme creyente de la justicia, quien forma parte del equipo SWAT. Por otro lado, está Emily Anderson Smith, la primera mujer oficial del equipo, quien es devota de sí misma y cree que la justic...
¡Hola! Los dejo con el nuevo capítulo Está explícito en el escrito, pero para una mayor comprensión: hubo un salto de 5 meses en la historia (entre el capítulo anterior y este) Bien, dicho eso... ¡disfruten de la lectura! GRACIAS por leer, votar y comentar
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-Comandante, otra vez yo aquí en su oficina -Emily se detuvo frente al escritorio y lo miró con cierta pena - seré breve, ¿puede recibirme o mejor vengo en otro momento?
-Oh, no. Siéntate, Smith -señaló la silla al frente y cruzó sus manos sobre el escritorio, esperando una respuesta
Se sentó y aclaró su garganta por los nervios -Venía a disculparme por el comportamiento de Lexie, otra vez. Le pondremos un castigo para que no vuelva a suceder algo como lo que pasó ayer
-Oh, vienes por lo de la niña -rió y asintió -fue algo sin importancia, Smith. No es necesario que vengan cada vez que hace una travesura. Pierde cuidado... son cosas de niños, no hay problema
-De todos modos, disculpe... de verdad intentamos corregirla, pero es difícil. Es una niña increíble, pero tiene algunas dificultades para seguir órdenes
Hicks rió y sacudió su mano restando importancia -Nada de castigos para esa niña. Smith, ¿hace cuánto tiempo que esa niña está con ustedes?
-En unos días se cumplen cinco meses desde que la adoptamos, Comandante
-¿Cuántas veces han venido tú y Deacon a mi oficina para disculparse por el comportamiento de su hija? -calmó su risa y recostó su rostro sobre su mano, mientras su codo ejercía apoyo sobre la silla
-Me avergüenza decir que más veces de la que deseamos venir -apretó sus labios y suspiró -en estos cinco meses, hemos venido decenas de veces e incluso sentimos que nos reunimos más para disculparnos que para cuestiones laborales
-¿Y cuántas de esas veces yo me he quejado o les he elevado un reporte por lo que haga la niña?
-Nunca, Señor. Extrañamente, a usted le parece cómico que una niña haga tantas travesuras
-Sí, sí hace travesuras, pero son normales en una niña. Mira, tu pequeña se mueve por mi Central como si fuera la mismísima Comandante. Tiene la seguridad y chispa suficiente para hacer que mis mejores agentes entrenados, obedezcan sin chistar. Ninguno se detiene a cuestionar porqué obedecen a una escuincla. Ella ha llegado a lugares restringidos a los que solo se puede acceder con identificación, ¿adivina qué? Esa niña ingresó solo con su carisma. ¡Esa niña es increíble, Smith!
-Señor, entiendo -lo interrumpió- pero no deja de ser un comportamiento errático y, me disculpo por eso. Es algo que trataremos de que no vuelva a pasar
