Habían pasado algunos días desde ese encuentro fugaz pero intenso en la ducha. Desde ese día, todo siguió igual entre ellos. El odio predominaba en sus palabras cada vez que interactuaban, pero las miradas y sonrisas fugaces tenían protagonismo entre ambos. Era como si sus mentes estuvieran en constante batalla, luchando por mantener la distancia y el rechazo, mientras que sus cuerpos parecían tener una voluntad propia, buscándose como imanes. Cada vez que se veían, el aire parecía cargarse de electricidad. Sus ojos se encontraban y se desafiaban, como si estuvieran retando al otro a dar el primer paso. Pero ninguno cedía. En su lugar, se limitaban a intercambiar palabras cortantes y sarcásticas, como si estuvieran tratando de mantener una barrera entre ellos. Sin embargo, a pesar de su mejor esfuerzo, se veían tentados a tocarse, a querer sentirse nuevamente. Un roce accidental de manos, un brazo que se rozaba con otro, era suficiente para encender una chispa de deseo entre ellos. Pero como si fueran polos opuestos, sus mentes se rechazaban con fuerza. No podían permitirse caer en la tentación, no podían permitirse sentir algo por alguien que, en teoría, deberían odiar. Así que se mantenían a distancia, luchando por controlar sus impulsos y mantener la frialdad en sus interacciones. El trabajo no ayudaba. Estaban asignados a la misma tarea, lo que significaba que tenían que pasar horas juntos. Cada día era una batalla, cada mirada un desafío. Sus cuerpos se buscaban, pero sus mentes se rechazaban
-¡Emily! -llamó por milésima vez Luca al verla distraída con la mirada fija en algún punto del gimnasio
-Te escucho -parpadeó muchas veces volviendo su mirada a la voz que insistía por captar su atención - ¡No es necesario que me grites, Luca!
-No me escuchas -ladeó los ojos, tomando las pesas - ¿las de 30kg están bien?
-¿No están las de 5kg? -tomó una bocanada de aire, mirando hacia las pesas perfectamente ubicadas en el suelo
-No, no te hagas la desentendida. Las pesas de 50kg y 5kg son de Deacon, lo sabes -sonrió acomodando las pesas en la barra - las usa siempre que hace hip thrusts. Yo las quería ocupar, pero él recién va por la segunda serie de 5. ¡Ese hombre es un animal!
-Luca, usa a Emily. Ella pesa 55kg -sugirió Street entre risas, mientras se tomaba un descanso de su rutina
-¡JA! Ni en tus sueños, guapo -negó ella recostándose en la plancha - espera unos minutos, Luca. Luego de los hip thrusts, vienen los ejercicios de hula hoop -tragó grueso porque ver a Deac hacer esos ejercicios le hacía palpitar hasta los ojos
-Cierto, Deac no puede saltarse su rutina de ejercicios de pelvis -asintió Luca mirando a Emily realizar los levantamientos -primero, tiene que tonificar sus glúteos con los hip thrusts, y luego, tiene que trabajar su movimiento de caderas con el hula hula. Es un ritual sagrado para él. Las pesas serán mías... después de que termine su sesión de hula hula
-Los puedo escuchar -exclamó Deacon sintiéndose incómodo de que hablen de él - concéntrense en sus ejercicios, no en mí. Luca, entiendo que quieras usar las pesas, pero realmente necesito los 55kg para este ejercicio. Podría hacerlo con más o menos, pero son los kilos exactos. Estoy entrenando en algo especial y necesito asegurarme de que estoy haciendo todo con precisión para un mayor rendimiento... en el campo -sonrió mirando de reojo a Emily, quien golpeó su frente contra la barra al levantarse repentinamente de la máquina
-Estoy bien. Estoy bien -carraspeó ella, frotando su frente mientras se ponía de pie, envuelta en un velo de nerviosismo- necesito un descanso y, una ducha
-Apenas llevas dos series -Luca enarcó una ceja
-Sí. Mientras yo hice las dos series, tú estuviste parado a mi lado sin hacer nada. Entrena, Dominic -le recordó, tomó su botella de agua y la vació en cuestión de segundos - me iré a duchar... me aburrí
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SWAT: BAJO LA SUPERFICIE: David " Deacon" Kay & Emily Smith
FanfictionEl Sargento II David "Deacon" Kay, un devoto católico y firme creyente de la justicia, quien forma parte del equipo SWAT. Por otro lado, está Emily Anderson Smith, la primera mujer oficial del equipo, quien es devota de sí misma y cree que la justic...