No permitas que ningún ser humano te haga caer tan bajo como para odiarle (Martin Luther King)
Kate:
Bajo del auto, sopesando lo que acabe de hacer. Los hombres del italiano nos siguen de cerca. Entro en el restaurante y reconozco a Massimo Lombardi en una de las mesas. A su lado esta Dante.
—Bienvenidas, tiempo sin verte il mio diamante —el italiano se centra en mí y le sonrió tomando asiento, el peso de todo lo que hice mal en el pasado me golpea como un rayo, ¿Como se deja de querer a alguien que creías que era el amor de tu vida?
Algo dentro de mí se remueve, la pregunta llega a mi ¿Aún lo amas? La respuesta es un: No sé, ¿Lo extraño? Toda la vida.
—Un tiempo esplendido —aseguro coqueta. —¿Que paso? Pensé que ya habíamos superado la etapa del enamoramiento
—Para tu mala fortuna, estoy prometido. —Me muestra el anillo en su dedo y yo suspiro dramáticamente —No eres la única que sabe soltar, Amore mio
—El que juega a qué lo extrañen se arriesga a qué lo olviden, te las quisiste dar de importante olvidando el hecho que tu sabes mentir pero yo sé jugar.
El que me muestre una sonrisa perfecta hace que me recueste en mi silla, Massimo fue el primer amor de mi vida aun lo quiero, es cierto. Pero no sé Iguala a cuánto lo quise.
—¿Recordando viejos tiempos, Amore? —pregunta tomando de su copa
—Parece que ya no me conoces, mio caro —Replicó y el sonríe, Abby entabla una conversación con Dante y por debajo de la mesa agarra mi mano
—¿Que paso con esa Katherine que hace lo que quiere? —No me aparta la mirada y lamo mis labios —. Esa Katherine por la cual murieron Francesa y Alessandro Lombardi, La que mató a la rata de mi padre, La que me manipuló a mi, el Halcón de Italia, La Katherine que arraso con un pueblo entero solo por celos y con todo el mundo hace lo que le da la gana.
—Esa Katherine murió, tu la mataste...
—¿Qué? —reclama—. ¿Me vas a decir que fui yo el que decidió acabar con todo eso que habíamos logrado construir?
—A lo mejor no fuiste tu el que terminó esto, Pero si fuiste el que terminó con la chica dulce y tierna que era. —replico— Tu maldito daño mental hizo que la mafia rusa matara a mi tío. Reclamas y tantas veces me has servido como sicario.
—Sí —reconoce—, pero se te olvidó algo y es que en mi mafia toda reina tiene su remplazo, y como mate por ti ahora lo hago por mi mujer.
—Quiero que cuando me mates, lo hagas mirándome a los ojos —le ordeno— Y tal vez me muera feliz por tener semejante vista antes de irme al infierno
No me contesta, solo sigue mirándome.
—No viniste para morir, Principessa —Se voltea hacia el hombre que nos trajo—Ordene que le quitarás toda las pertenencias.
—mio signore, usted ordenó que no le tocaramos un pelo a la Joven —Responde este sin levantar la mirada
Lombardi se mira con Dante, sus hombres se despliegan por el restaurante
De repente, uno de los hombres de Massimo se acerca y le susurra algo al oído. Massimo mira hacia la puerta y su expresión se vuelve aún más oscura.
—Los rusos y la UIR están rodeando el restaurante —dice volteando a mirarme con una sonrisa orgullosa —Años y años y sigues siendo la misma Cagna. Amore mio
—Años y años y sigues siendo el mismo estúpido que me subestima, Mio caro. —Respondo llevando la copa a mis labios, su tranquilidad me exaspera ya que no hay un ser mas peligroso que Massimo con la cabeza fria —Ni todas las perras del mundo, Massimo. Ni la esposa que te espera todas las noches, Se Iguala con lo que te hice sentir años atras. Puedes ser el rey de Italia Pero a tu lado siempre te hará falta la emperatriz del hielo
—Algun día volverás a mi, y cuando lo hagas no esperes amor de mi parte. Es demasiado tarde, Katherine.
—Quizás cuando las estrellas se alineen de nuevo, te llamé para confesarte que siempre te llevo en mi corazón, il mio piccolo sole. —Confieso con el azul de sus ojos fijo en mi
—En otra vida hubiésemos sido una hermosa pareja, Principessa —Asiento y el remordimiento llega a mi
—En esta tienes que odiarme, mio figlio —Respondo antes de que se desate el caos en el lugar
quiero que me odie para que así deje de verme con ojos de amor y pueda ser feliz con alguien más. Quiero que me odie para que así le sea más fácil olvidarme sabiendo que yo jamás podrás olvidar su rostro
La lluvia de balas que sueltan hace que Dante empuje a Massimo con el fin de protegerlo de los proyectiles. Me voy al suelo con Abby y juntos le disparan a los rusos que entran disparando a matar, los impactos se pierden cuando Massimo contraataca con la A-91 que destruye la pared.
El sonido de los cargadores se oye cuando recargan al mismo tiempo. Siguen disparando y la sombra que sale de una de las alcobas me pone alerta cuando, con tiros precisos, empieza a dar de baja a los hombres que respaldan a los italianos.
el humo de la bomba que arrojan me nubla la vista. Con el rabillo del ojo veo cómo empujan a Dante con fuerza contra la pared y queda inconsciente en el piso. Intentan rematarla, Massimo con uno de los sus hombres se va sobre el Ruso, uno de los italianos me saca de la mesa y otro me atropella, me lleva contra las barandas de la escalera, pierdo el equilibrio y caigo en la primera planta. El tipo cae conmigo y el arma se le cae de las manos me cuesta moverme, ya que el dolor en las costillas es demasiado.
—¡Manos arriba! ¡Sistema de contención activada! —Gritan desde la entrada los hombres con traje negro y cascos que se toman el restaurante <<La UIR>>
Alcanzo un arma y logro moverme a una de las columnas cuando uno de los hombres de Dante me apunta. Los zumbidos de las balas no cesan, me acorralan y la llegada de Dereck Petrov hace retroceder a Massimo cuando desde la escalera le apunta y aniquila a varios de sus Hombres.
Rebana la garganta de los hombres que se le atraviesan, siendo igual de sanguinario que el hermano.
Los rusos se van a los puños con los cuatro italianos que los atacan.
Este capítulo de mi vida se llama cuando no es una cosa es otra, porque dios, solo a mi me pasan estas cosas. El miedo me absorbe y paraliza con la imagen brutal, cargada de violencia, que muestra al hombre que suelta proyectiles a diestra y siniestra <<El chico de ojos grises>>, ¿Pero qué diablos?
Me escondo detrás de una columna, viendo cómo los agentes de la UIR acorralan a los italianos y rusos. Escucho sus gritos y maldiciones, sabiendo que están sin salida.
—¡Busquen a la hija del ministro de defensa! —grita uno de los agentes, y mi corazón late con fuerza.
Salgo del lugar buscando con la mirada a Abby, uno de los tenientes me avisa que logro salir en medio del tiroteo y Asiento, mirando a mi alrededor. Los italianos y rusos están siendo reducidos y esposados. Veo a Massimo, su mirada llena de odio, siendo arrastrado hacia mí.
—Felicidades, Agente— dice el agente, sonriendo. —Acaba de capturar al Halcón de Italia y al Cuervo de Moscu.
la piel se me eriza con la furia que se refleja en la mirada sombría que me dedican Massimo Lombardi y Nikolai Petrov antes de que los guardias los saquen y desaparecan por el mismo lugar.
El restaurante se queda en silencio, hay cuerpos por todos lados. Abby baja, corre a abrazarme y la aparto. Furiosa, pateo los restos de madera destruida.
Me jodí y jodí mi vida, porque si algo he aprendido como parte de la UIR es como son los rusos con las personas que los traicionan, y con Massimo mi sentencia está escrita porque esta ardido y enojado.
<<Siempre evite ser vinculada con esta Entidad y por eso siempre trabaje encubierta>>
Apoyo las manos en la mesa del comedor y estrello el puño contra ella. La comida que está en los platos me salpica y siento el escozor que me hace arder la piel.
Ahora no solo mi carrera artística está en riesgo sino también mi vida, Massimo va a venir por mi pero estoy segura que Nikolai no va a permitir que me mate alguien que no sea el.
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Fragile Balance
RomanceFragil Balance: Donde el hielo se quiebra y el amor es un peligro En el mundo de la patinadora de hielo Kate Blackwood, la elegancia y la gracia esconden un oscuro secreto. Obsesionada con conquistar el corazón del enigmático jefe de la mafia rusa...