Capitulo 18

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Nikolai:

—Manda por la agente Katherine Blackwood —Le ordeno a uno de mis hombres

Los italianos son el clan con más poder en nuestra asociación delictiva.

Massimo Lombardi se ganó el respeto de los clanes luego de la creación de la Xeridia, «Un arma de electrochoque que puede paralizar a un objetivo a distancia»

Declararle la guerra solo traería problemas a mi mafia y a mí gente por eso mando a llamar a Piliph quien llega con la nariz empolvada de droga

—¿Lo pensaste? —Pregunta dejándose caer en el sofá, asiento y sonríe orgulloso —Sera fácil, solo debes hacer que se enamore de ti y luego la matamos

Me mantengo serio, a mi nada de esto me hace gracia ni me engrandece como me lo plantee.

—No la obligues, séducela. Haz que crea que está en control, mientras tú manejas los hilos. Haz que Katherine se sienta dueña de su destino, mientras tú controlas su rumbo.—Se inclina en la mesa mirándome a los ojos—Debes hacer que se sienta como si fuera la única persona en el mundo para ti. Y una vez que esté bajo tu control, podremos comenzar a trabajar en nuestro plan. Información, recursos, contactos... todo estará a nuestro alcance. Y cuando estemos listos, daremos el golpe final.

—Regla básica de supervivencia: Nunca subestimes la capacidad del enemigo para adaptarse y contraatacar —advierto cuando paso por su lado— Llévate a las gemelas, No quiero verlas.

Katherine es una mujer que llama la atención, con una belleza que es a la vez natural y sofisticada. Sus ojos verdes son como esmeraldas, y su sonrisa es una joya. Su cabello negro azabache es como una melena suave, y su figura es elegante y refinada.

Me volteo a los grandes ventanales y luego de unos minutos la puerta vuelve a abrirse, No volteo. Su presencia es como la de una driade, una criatura de la naturaleza con una conexión profunda con la tierra y los árboles

Rápidamente acabo con la distancia sujetándole el cuello con dureza al tiempo que mis ojos se encuentran con los suyos deslumbrandome con el verde que me marea a la vez que...

—No vuelvas a buscarme, Es peligroso.—musita débil —No quiero estar ligada a apellidos asqueroso como el tuyo.

La voz suave entra a mis oídos forzándome a reparar sus rasgos nuevamente. Tiene esa habilidad de hacer comentarios malos y que parezcan inofensivos

—Mañana por la noche los italianos se hospedan en un hotel aca en Rusia, tengo entendido que celebraran el nacimiento de un nuevo miembro —Le explico soltando su mentón con desden —Pueden atacar en la noche, en el día Massimo es posible que no este

—¿Eso es todo? —Pregunta fingiendo estar aburrida

—No vamos a follar, Howard —Sacudo la cabeza molesto. Es como si un pedazo de mi hombría estuviera siendo arrancada para representar un mal papel en una película de enamorados. —Quiero que hablemos.

—¿Hablar? —Increpa burlona —Si, claro. Y yo soy la Madre Teresa de Calcuta

Tocó un botón cerca de la mesa y la pared detrás se desliza hacia un lado, revelando una piscina de agua cristalina con luces tenues en el fondo. El sonido de agua burbujeante llena el aire mientras el vapor asciende desde la superficie, creando un velo de humedad en la habitación.

Empiezo a quitarme la ropa y se queda mirando cada uno de mis movimientos, si algo me molesta es que me miren como ella lo está haciendo. La picazón que sentía se multiplica y termino sacando los zapatos con la puta de mi pie

—¿Vas a bañarte mientras te miro? —Pregunta aburrida —No tengo tiempo, Petrov.

—Vamos a bañarnos. —La corrijo y niega divertida

Fragile BalanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora