Capitulo 15

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El corazón tiene razones que a razón ignora." Blaise Pascal

Nikolai:

Me fijo en la hora y noto que falta poco para que amanezca, El italiano recién escapó y me imagino que es algo que la castaña no sabe nada. apago el televisor, alcanzo el bóxer y saco la cajetilla de cigarros que cargo en el pantalón. Semidesnudo y con el móvil en la mano, salgo. Enciendo un cigarro y desbloqueo el móvil, hay llamadas perdidas de Philip y mensajes que no me molesto en leer, también hay mensajes de Mikaela

Atrapo el puro escocés soltando la nube de humo que impregna el despacho, mi cabeza reposa contra la silla absorbiendo las palabras de la ojos verdes.

Dereck se posa a mi lado mirando a la Pelinegra que hasta dormida es hermosa, Es el claro ejemplo de la perfección, la encarnación de una diosa, Ojos verdes y cabello negro azabache. Una criatura cuya belleza es tan peligrosa que puede dominar a cualquiera solo con unas pocas palabras

— La agente Katherine Blackwood Howard una mujer fatal, con una belleza y una inteligencia que deja a todos sin aliento. Una creación perfecta de la naturaleza—habla— La ex puta de Massimo Lombardi, la misma que lo traicionó y hace lo que quiere con los que se le acercan. Dime, ¿También vas a caer en sus garras como el tonto...?

Mi mirada lo calla. Mis hermanos son importantes en mi vida, pero no acepto que no me respeten como se debe.

—¿Qué harás si te enamoras de ella? —indaga— ¿Nos matarías como lo hizo Massimo con sus hermanos solo por ella?

—No voy a matarlos —
establezco — ¿Que pasa, te acojona una mujer?

Vuelvo a darle otra calada al puro.

—Vamos a el concejo de los trece—ordeno mentalizándome a ver al italiano y no matarlo.

abandono el edificio adentrándome en un Cadillac escalade.

Recorro el camino de piedra dejando el puro en la bandeja del auto, Abren las puertas y mis oídos captan el sonido de los demás autos con la calefacción a mil. Suelto los puños de la camisa buscando comodidad y la tela no tarda en pegarse a mis músculos con el repentino aumento de la temperatura.

—Los Mexicanos están bajo ataque y no podrán asistir ellos mismos, vendrán los chinos, pero en unas horas —Me informa Philip saliendo de no sé dónde —Algunos miembros estaban cerca y están esperándote

Entro y me encuentro con el italiano que ignora mi presencia, usa unos lentes de sol negros y está recostado en la silla como si hubiera peleado con más de diez hombres De la UIR

El ejército secreto de UIR ha cazado a los míos desde hace mucho.

Grandes cabecillas han sido asesinados, encarcelados y obligadas a hablar bajo tortura. Por ello, las cabezas de las grandes organizaciones criminales hicimos una alianza que vale en cualquier país o ciudad que esté en la organización trece.

Se hacen los que no saben, Pero la UIR es otro nido de mafiosos encubiertos como protectores de justicia, es la rama judicial más grande y una sola palabra de ellos es ley para los policías

Hay más de cuatro personas que toman asiento y me ubico en el final de la cabeza de la mesa quedando de frente con Massimo que es el otro líder de la organización, Capto el sonido de los últimos vehículos que se estacionan y tomo una bocanada de aire llenándome de paciencia.

Mi gente abre la puerta y sigo sentado mientras los italianos también. Las leyes son claras y la palabra pesa. A los líderes se les respeta y por eso tratan con sumo respeto y devoción al italiano, se acercan a hacer lo mismo conmigo y una sola mirada los hace retroceder

Dante y su primo Damon no borra la sonrisa triunfal que tiene desde que llegue en tanto Massimo está neutro y con cara de querer matar a alguien.

—¿Quien convocó la reunión? —Pregunta el remplazo de los mexicanos y Philip alza las manos señalándonos como un idiota

—También tenemos un comunicado que darles —habla Dante, sigo en mi sitio apretando los dientes —Desde hoy Katherine Blackwood Howard La General de la brigada de Asalto, teniente de gran impacto en la UIR y Ex dama de la mafia italiana se convierte en la enemiga de los Lombardi y por ende de ustedes.

—Enemiga de mi mafia no es
—Hablo callando el discurso del pobretón

Massimo se posa frente a mí y me pongo de pie queriendo acabar con esto de una vez.

—No te oímos, Petrov —se adentra en su papel. — Los Lombardi hemos estado en la organización desde que se fundó y no nos estás mostrando respeto al no apoyar a nuestra causa.

—Mi causa es la mafia rusa, y mi mafia es la única causa que apoyo—digo viendo como todos bajan la cabeza. — Enséñale a tu lacayo de pleitesía, la próxima vez que me interrumpa se gana un tiro en las piernas

—Los Blackwood son enemigos —
estipula— Tanto el ministro como la agente Katherine

Lo reparo concentrándome en la mirada celeste que no cae, las pantallas se iluminan con una de las fotos de Katherine en la que sale sentada en un trono con una pantera negra del mismo color que sus ojos

—Si a esa mujer le llega a pasar algo, se acabó la tregua entre los Lombardi y los Petrov. Destruiré está organización y reduciré Italia a cenizas. Iniciaré una guerra entre Italia y Rusia que dejará al mundo entero temblando. —Hablo para todos y cuando Termino de hablar me giro al italiano que tiene los ojos entornados—Nadie estará a salvo, Massimo. Por más jefe que te creas y por más fuerte que sea tu mafia No me va a importar a la hora de apretar el gatillo que le de paso a una contienda entre Cuervo y Águila.

—No me amenaces, a mí tampoco me importa acabar con tu familia y todos tus hombres. ¿tanto drama solo por una puta?

El único sonido que se escucha en la sala es el de mi arma que queda entre sus cejas, Sus hombres sacan armas de inmediato a la vez que los líderes de la mesa son encañonados por mi gente y, por muchos escoltas que carguen, uno de los míos basta para acabar a cinco de los suyos y por ello se quedan quietos.

—Muy puta y todo, pero es mi puta, y si alguien se atreve a tocarla, tendrá que pasar por encima de mi cadáver. Y créanme, no hay suficientes balas en el mundo para matarme antes de que acabe con todos ustedes. —Su risa despectiva me la paso por mis huevos

—Baja el arma, amigo. solo vinimos a dar el mensaje —Pide Philip a Dante, Massimo sigue con las manos en los bolsillos

—¿Qué pasa, el gran Águila de Moscú se enamoró de la Pantera de ojos sagaces? ¿O es que la bestia rusa se domesticó con la primera mujer que le mostró un poco de atención? —Ladea la cabeza burlón y me encojo de hombros con indiferencia

—Eso no es tu asunto, Massimo. Pero dime, ¿cómo te va con la reprimida de tu prometida? ¿Ya te hace sentir como un hombre? —Le pregunto, la satisfacción me llena cuando saca su arma dejando de lado toda su diversión

—Al menos mi mujer no es una prostituta como la tuya, Nikolai. Al menos mi mujer no se vende al mejor postor como hace tu Mujer con todos los hombres que se le antojan. —Sonrió acordándome de la pelinegra ojos verdes —No te atrevas a nombrar a mi mujer, no mereces decir siquiera su nombre.

dejo caer el arma guardándola en mi bolsillo en tanto Massimo sigue con su arma en mano, Yo no necesito armas para hacer valer mi poder.

—Escucha bien. Si Katherine Blackwood sufre un solo rasguño, Anastasia Lehman se convertirá en mi juguete personal. Y créeme, no quiero que llegue a eso. Pero si me obligas, te aseguro que el peso recaerá en mi futura cuñada —Advierto haciéndole señas a mis hombres para abandonar el lugar

—Saludos a Nasia —Le digo cruzando el umbral para salir de este asqueroso lugar

—Lo mismo con Kate —Me responde en el mismo tono burlón

Esto era lo que quería Katherine y es lo que le voy a dar porque me prende que sea una hija de perra que hace de todo para conseguir lo que quiere, y mientras me la quiera follar puede pedirme el jodido mundo y se lo voy a dar.

Fragile BalanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora