El mundo de los Kamisama era un lugar peculiar para Yuna, aunque también lo encontraba lleno de belleza.
Mientras aguardaban la llegada del Supremo Kaiosama del Universo diez y del señor Zamas, Yuna se dedicaba a admirar el impresionante templo. No se le permitía explorar, pues el señor Bills había mostrado su desaprobación en cuanto dio un paso fuera de la zona permitida. Así que se conformó con caminar en círculos alrededor de una amplia mesa rodeada de sillas, en medio de un extenso patio adornado con elegantes baldosas y columnas.
—Este sitio es increíble, ¿verdad, mamá? —comentó Yuna con una mezcla de timidez, después de lo sucedido.
—Sí, es enorme —respondió Yune, echando un vistazo a Whis y Bills—. Aunque no creo que ese tal Zamas tenga un ki parecido al de Black.
Whis dejó escapar un suspiro. —No parece tener idea sobre el anillo tampoco.
—Gracias por su paciencia —dijo el Supremo Kaiosama en cuanto unas enormes puertas se abrieron, permitiéndoles entrar a él y a Zamas, quien llevaba una caja en sus manos.
Con calma, el Supremo Kaiosama depositó la elegante caja sobre la mesa, desatando el lazo que la rodeaba. Al abrirla, todos pudieron ver que contenía cinco anillos. Cuatro de ellos tenían un resplandor verde brillante, mientras que el quinto, mucho más llamativo, era de color plateado.
—Son muy bonitos —murmuró Yuna, con una tímida sonrisa mientras observaba al Supremo Kaiosama, quien le devolvió un leve asentimiento. No pasó por alto la expresión de Zamas, quien parecía claramente molesto.
¿Acaso realmente no le agradaban los humanos?
—Entonces, supongo que no tenemos de qué preocuparnos —dijo Goku, relajándose un poco.
—Estoy de acuerdo. Es un alivio que todo esté en orden —asintió el anciano Kaiosama—. Pero, ¿por qué venir al décimo universo si este problema surgió en el universo siete? —preguntó con curiosidad.
—Bueno, nuestra intención era visitar todos los universos para asegurarnos de que todo estuviera en orden —explicó Whis.
—Entiendo...
—No te acerques a mí —espetó Zamas con un tono cortante, su voz fría como el acero, mientras daba un paso atrás, alejándose de Yuna.
La niña, que había avanzado tímidamente hacia él, se detuvo en seco. La tensión había crecido en el aire, pero su madre, siempre atenta, había intervenido antes de que las cosas se salieran de control.
Yuna tragó saliva, sintiendo la mirada penetrante de Zamas sobre ella. Aunque su madre estaba a cierta distancia, Yuna sabía que la estaba observando, lista para intervenir si las cosas volvían a torcerse.
—Lo... lo siento —balbuceó Yuna, su voz apenas un susurro mientras bajaba la mirada, sintiendo el peso de la tensión en su pecho—. No quise incomodarlo... solo quería preguntar algo.
Zamas la miró, sus ojos oscuros llenos de desdén. Para él, los humanos eran criaturas insignificantes, y la idea de interactuar con una niña, especialmente una que ya había mostrado una falta de respeto, era simplemente intolerable.
La madre de Yuna, que había estado hablando con Goku, notó el cambio en la atmósfera. Sus ojos se dirigieron inmediatamente hacia su hija y Zamas, su instinto protector activándose. Se desplazó con suavidad, posicionándose lo suficientemente cerca como para intervenir si la situación lo requería, pero sin interrumpir el momento.
—¿Qué es lo que quieres? —preguntó Zamas, su tono lleno de impaciencia.
—Antes de que nos vayamos... —dijo, su voz temblorosa—. Quería saber si podría pelear con mi tío... Es... es muy fuerte.
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𝐁𝐎𝐑𝐍 𝐓𝐎 𝐁𝐄 ✦ 𝐓𝐑𝐔𝐍𝐊𝐒 𝐁.
Fanfiction𝗱𝗿𝗮𝗴𝗼𝗻 𝗯𝗮𝗹𝗹 𝘀 fanfiction. 𝗕𝗧𝗕 || "𝗔𝗹𝗹 𝗺𝘆 𝘀𝗲𝗻𝘀𝗲𝘀 𝗮𝗿𝗲 𝗮𝘄𝗮𝗸𝗲𝗻𝗶𝗻𝗴, 𝗜'𝗹𝗹 𝗽𝗿𝗼𝘃𝗲 𝗶𝘁" -𝗖𝗮𝗻 𝘆𝗼𝘂 𝘀𝗲𝗲 𝘄𝗵𝗮𝘁 𝗜'𝘃𝗲 𝗯𝗲𝗰𝗼𝗺𝗲 𝗻𝗼𝘄? El destino les ofrece una segunda oportunidad, pero el precio d...