10.

142 13 0
                                    

—¿Yuna?

Ella levantó la mirada apenas, encontrando a Trunks en el umbral de la puerta. Sus ojos reflejaban preocupación, pero había algo más: una ternura contenida, una necesidad de acercarse a ella después de todo lo que había pasado. Yuna se mantuvo tranquila, aunque su expresión seria seguía presente, un reflejo de lo que ambos habían vivido recientemente.

Trunks caminó despacio hacia ella, como si temiera romper algo frágil, aunque era consciente de que la distancia entre ellos no era solo física.

—¿Puedo? —preguntó, señalando el espacio a su lado.

Yuna asintió sin decir una palabra, mirando hacia el vacío mientras él se sentaba junto a ella, lo suficientemente cerca como para sentir su presencia, pero sin invadir su espacio. Trunks la observó en silencio durante unos momentos, queriendo decir tantas cosas pero sin saber por dónde empezar. Finalmente, se decidió a romper el silencio.

—He estado pensando mucho... en lo que pasó —comenzó con suavidad, sus dedos rozando apenas los de Yuna sobre la cama. — Todo lo que no pude hacer, lo que perdimos...

Yuna respiró hondo, sus manos se tensaron levemente bajo el suave contacto de Trunks. No le apartó la mano, pero tampoco respondió de inmediato.

—No es fácil, Trunks —dijo ella finalmente, su voz era calmada, pero llena de una tristeza profunda. — Fue... fue como si una parte de mí se fuera,.. también con lo de Aiko... y tú... tú estabas tan lejos, luchando con Black. Ni siquiera me sentía en tu mundo.

Trunks bajó la mirada, el peso de sus palabras golpeando su corazón. Sabía que ella tenía razón. Mientras él estaba en el campo de batalla, intentando salvar su futuro, había perdido de vista lo más importante.

—Lo sé —murmuró. Lentamente, deslizó su mano por el brazo de Yuna, subiendo hasta entrelazar sus dedos con los de ella. — Yuna... no hay palabras que puedan arreglar lo que pasó. Pero quiero que sepas que cada día pienso en ti, en lo que teníamos, en lo que perdimos.

Yuna, aún seria, miró las manos de ambos entrelazadas. Aunque seguía resistiéndose, la calidez del tacto de Trunks la hacía sentir una leve nostalgia de los tiempos en que todo parecía más sencillo.

—Te sentí tan lejos —confesó Yuna en un susurro, pero sin reproche, solo con dolor. — No sé cómo podemos seguir adelante, pero tampoco quiero quedarme estancada en el pasado.

Trunks asintió suavemente y, en un movimiento delicado, acarició el rostro de Yuna, sus dedos deslizándose por su mejilla. Ella cerró los ojos ante el toque, su respiración temblorosa. Ese contacto, aunque pequeño, despertaba algo en su interior que había intentado apagar.

—Sé que no puedo borrar el dolor —dijo él, su voz suave y llena de cariño. — Pero estoy aquí. Quiero que volvamos a encontrarnos, a caminar juntos. No quiero perderte de nuevo.

Yuna abrió los ojos lentamente, encontrando los de Trunks llenos de sinceridad. El silencio entre ellos no era incómodo, sino lleno de emociones no dichas. Yuna dejó escapar un suspiro largo, sus hombros relajándose un poco. Aún había dolor, pero también había amor, aunque estuviera enterrado bajo capas de heridas.

—No sé si estoy lista para todo eso aún —admitió ella, su voz suave, pero honesta.

Trunks sonrió levemente, sin dejar de acariciar su rostro.

—No tienes que estarlo ahora mismo —respondió él. — Solo quiero que sepas que voy a estar aquí, sin importar cuánto tiempo tome. No estoy huyendo esta vez, Yuna.

Ella inclinó su cabeza ligeramente hacia el toque de Trunks, permitiéndose un pequeño momento de vulnerabilidad. Sentía el calor de su mano, la promesa de alguien que, a pesar de sus errores, seguía queriendo estar a su lado.

𝐁𝐎𝐑𝐍 𝐓𝐎 𝐁𝐄  ✦ 𝐓𝐑𝐔𝐍𝐊𝐒 𝐁. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora