08.

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Un destello azul irrumpió en el aire, y Yuna, con su agudo sentido del ki, percibió cómo su madre y Goku, se lanzaban directamente hacia Zamas, desatando un intenso combate cuerpo a cuerpo. Black no tardó en unirse, sumándose al caos, mientras los cuatro intercambiaban golpes con una velocidad y poder que hacían vibrar el campo de batalla.

Yuna pudo sentir las energías de Trunks y Vegeta desde la distancia. La energía de Vegeta estaba peligrosamente baja, lo que aumentó la sensación de inquietud que siempre la invadía cada vez que Trunks debía enfrentarse a Black. La sensación de desesperación amenazaba con abrumarla.

Finalmente, logró ver a Trunks intervenir, colocándose entre Goku, Yune y los dos oponentes. Desenvainó su espada, transformándose en Super Saiyajin, y liberó una enorme explosión de energía. Black fue derribado momentáneamente por la fuerza del impacto, mientras ambos gemelos seguían luchando contra Zamas.

Los enemigos lanzaron sus golpes desde direcciones opuestas, causando una explosión masiva. El ritmo del combate era tan vertiginoso que apenas se podía seguir, pero Yuna podía sentir cómo la situación se salía de control rápidamente. Ya no había más tiempo para vacilaciones: debían retirarse.

—Esto no está bien... —murmuró Yuna, cerrando los ojos para concentrarse, mientras intentaba controlar su respiración.

—¿Qué pasa? —preguntó Daiki, atento a los cambios en el comportamiento de Yuna.

—No puedo seguir viendo esto desde aquí. —respondió ella, con una firme determinación en la voz, mientras sentía el creciente impulso de actuar. —Tengo que ir a ayudarles.

—¿Ayudar? ¿Te das cuenta de a quiénes te enfrentas? —respondió Daiki, con el ceño fruncido, aunque no con desdén, sino con preocupación genuina.

—Lo sé, Daiki. Pero si no hago algo, los perderemos. —dijo ella, con la voz cargada de frustración.

Finalmente, Yuna respiró hondo y decidió que había llegado el momento de intervenir.

—Voy a distraer a Black y Zamas. —dijo con resolución—. Mientras yo los mantengo ocupados, tú debes sacar a Trunks y a los demás de aquí. Llévalos a la máquina del tiempo y asegúrate de que escapen.

Daiki la miró con seriedad, comprendiendo la gravedad de la situación, pero sabiendo también que no había otra opción.

—Sabes que no podrás enfrentarlos sola. —dijo él, su voz grave y protectora.

—No necesito derrotarlos. Sólo tengo que distraerlos el tiempo suficiente para que tú puedas sacar a los demás. —respondió Yuna, firme en su decisión.

—Está bien. Pero prometo que no te dejaré atrás. —dijo Daiki, antes de que ambos fueran hacia el campo de batalla.

Llegaron al lugar donde Trunks yacía, herido y debilitado por la última batalla contra Black y Zamas. Su ropa estaba hecha jirones, y la sangre manchaba el suelo alrededor de él. Trunks, al ver a Yuna y Daiki, intentó levantarse, pero sus heridas lo detuvieron.

—No te esfuerces —dijo Daiki en un tono severo, mientras lo ayudaba a levantarse junto con Yuna, aunque ella mantenía cierta distancia emocional—. Si intentas moverte más, sólo empeorarás tus heridas.

Yuna evitó hacer contacto visual con Trunks, mientras Daiki lo sostenía, ella simplemente miraba hacia adelante, sin darle importancia a los quejidos de dolor que Trunks soltaba de vez en cuando.

Con esfuerzo, lograron llevar a Trunks hasta cerca de la máquina del tiempo. Lo dejaron apoyado contra una roca cercana, lo suficientemente cerca para que pudiera ser transportado si Daiki lograba reunir a los demás.

𝐁𝐎𝐑𝐍 𝐓𝐎 𝐁𝐄  ✦ 𝐓𝐑𝐔𝐍𝐊𝐒 𝐁. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora