🐺 CAPITULO 14: Una boda🐉

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Se oyó un golpe en la puerta, un auténtico golpe.

—¡Esa es la habitación de Lady Arya! —grita Shay.

Arya se incorpora, Rhaenyra murmura un gruñido y esconde la cara en una almohada. Alicent sigue profundamente dormido.

Arya se pone de pie y odia el dolor que siente cuando sus pies tocan el suelo. Lyanna se estira y la acompaña en su caminata por el suelo.

Ella abre la puerta y se encuentra con un rostro que nunca pensó que volvería a ver.

Rickon-Rock

Él le da la sonrisa más amplia y la envuelve con sus brazos.

“¡Está herida!”, grita Shay.

Los brazos de Rickon se relajan pero no lo sueltan.

“Has crecido”, dice.

Él le toma la mejilla con la mano.

"Tú también", bromea.

Se ríe. Ya no es una risa de niño, sino una risa profunda.

“Estaba dispuesto a enviar un ejército para encontrarte”, dice.

—Lo sé —le dice ella—. Pero ahora estoy a salvo.

—Lo sé —dice—. Le escribí a nuestro padre para avisarle que estás a salvo. Sé lo que dirá. Querrá que vuelvas a casa.

"Ella no se irá a ninguna parte", dice Rhaenyra.

Ella envuelve sus brazos alrededor de los hombros de Arya y la atrae hacia ella.

Los ojos de Rickon se abren y su cara se sonroja.

—¡Princesa Rhaenyra! No sabía que estabas aquí —tartamudea.

Sus ojos miran hacia abajo y luego al techo.

Rhaenyra está en ropa de dormir.

—Lo soy —dice Rhaenyra.

Alicent hace un ruido desde la cama al que mira de reojo y, si pudiera, su rostro se torna de un tono más profundo.

—Lo sé. Serán unos días muy movidos, pero quería verte antes —dice Rickon—. Conocerás a mi encantadora esposa. También tengo algo que decirte.

Él le da un beso en la frente y se despide.

Ella había olvidado que él se había casado. Ella no había estado presente en la boda.

Rhaenyra entierra su cabeza en el hombro de Arya.

—Vas a empezar a correr rumores —bromea Arya.

Ella se mete con el cabello de Rhaenyra.

“¿Y?”, dice Rhaenyra juguetonamente.

Arya pone los ojos en blanco.

Shay entra en la habitación y ayuda a Arya a vestirse para el día.

—Deja mi ropa de entrenamiento para más tarde —le susurra a Shay.

El secuestro le había demostrado que no tenía práctica. Eso no volvería a suceder.

Asha había estado fijándose en un caballero antes de que ese grupo partiera para ayudar en la guerra en los Peldaños de Piedra. Se pregunta si era allí donde estaba.

La mirada en el rostro de Shay lo dijo cuando le levantó una ceja.

Alicent finalmente se despertó y tuvo que correr a su habitación para vestirse. No sin antes darle un abrazo a Arya y prometerle que la vería más tarde.

 𝐔𝐧𝐚 𝐦𝐚𝐧𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐝𝐫𝐚𝐠𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐲 𝐮𝐧 𝐥𝐨𝐛𝐨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora