𝐔𝐧𝐚 𝐦𝐚𝐧𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐝𝐫𝐚𝐠𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐲 𝐮𝐧 𝐥𝐨𝐛𝐨.

🐺 CAPITULO 17: La caza.🐉

—¡Lo prometiste! —grita Laena irrumpiendo en la habitación de Arya.

En ese momento Arya sostenía en sus brazos al pequeño Aegon, que estaba cumpliendo un año.

“¿Qué prometí ahora?”, responde Arya.

—Que me acompañarás en Vhagar. ¿Qué es eso que he oído sobre ti montando a Caraxes con Daemon? —dice Laena.

Tiene los brazos cruzados y resopla.

Arya no había visto a Laena desde hacía un año. Desde antes, Alicent había dado a luz.

Aegon arrulla. Ella le acaricia la cabeza. Nunca había pasado mucho tiempo con bebés, pero adoraba a Aegon.

Alicent estaba preparando todo para la cacería y supervisando los últimos detalles.

Rhaenyra estaba con su padre en una reunión del consejo de último minuto.

Arya no sabía dónde estaba Daemon. Probablemente estaba atormentando a algún pobre guardia real.

Hablando de su propio guardia asomándose por la puerta.

-Está todo bien, Marro. -Dice ella.

A su guardia, Marro, no le gustaba que lo llamara Ser.

—Laena, hubo circunstancias en torno a eso —dice, tranquilizándola.

—Entonces, ¿montarás a Vhagar conmigo? —pregunta Laena.

Arya asiente.

“¡Vamos!” Laena le agarra la mano.

—No puedo ahora mismo. Tengo al pequeño Aegon y pronto nos vamos de cacería —dice.

Laena hace pucheros.

—Después —promete Arya.

Laena parece estar tranquila con eso.

Alicent aparece y se lleva a Aegon.

—Puedo llevarlo —ofrece Arya.

Alicent estaba embarazada de otro niño. Aproximadamente seis meses después.

Viserys no perdió el tiempo en devolverla a la cama a pesar de los mejores esfuerzos de ella y de Rhaenyra.

Alicent parecía tan aliviado.

“¿Rhaenyra?”, pregunta ella.

—Sigo con Viserys —dice ella.

Alicent asiente.

—Deberíamos llegar al carruaje —dice Alicent.

Arya preferiría montar a caballo, pero eso significaría dejar a Alicent y Rhaenyra en el carruaje.

Bajan, Laena los sigue de cerca y Marro los sigue en silencio.

Esa era una de las muchas cosas que a Arya le gustaban de su guardia. No dejaba de asustar a los demás señores y damas. Por supuesto, Arya siempre se disculpaba por ello.

Rhaenys le hace señas a Laena para que se acerque y cada una toma su camino por separado. Arya podía oír a Laena intentando convencerlas de que debería poder viajar con ellas.

Arya ayuda a Alicent a subir al carruaje. Lyanna también se sube. Marro estaría a su lado a caballo. La septa también viajaría con ellos. Tuvieron problemas para encontrar a una que no se molestara con Lyanna.

Rhaenyra aparece en la puerta y se sienta junto a Arya. Tiene una gran sonrisa en su rostro.

-¿Qué hiciste? -pregunta Arya.