Capitulo veintisiete

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❝Puras lágrimas corruptas mentes❞

Aether despertó con muchas mantas encima de él y una habitación bastante parecida a la que tenía en el abismo, demasiado sencilla para lo que sería un Príncipe, con muchas mantas encima, y un techo de color azul, que en vez de generar seguridad le...

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Aether despertó con muchas mantas encima de él y una habitación bastante parecida a la que tenía en el abismo, demasiado sencilla para lo que sería un Príncipe, con muchas mantas encima, y un techo de color azul, que en vez de generar seguridad le generó terror.

El Príncipe no esperó que apenas tocara Tevyat se cayera al piso desmayado, ni siquiera pasó por su mente el hecho de que duraría tan poco tiempo parado o que en realidad, que todo su ser  reaccionara a la primera vez en la que mente y cuerpo desmayándose.

Pero primero, Aether había sentido muchas veces que el tiempo se paraba, se detenía como fragmentos de hielo y no se derretiría más en mil años. Que los recuerdos quedaban atrapados entre los cristales de moléculas de sólido cryo y no saldrían más de ahí hasta que pyro pudiera derretirlos.

Sin embargo, imagina estar viendo una estatua de ti mismo hecha de hielo muerto que no se derretirá, de por sí estás en una habitación helada sin ventilación mientras te toca ver cómo aquello se derrite tan lento junto a tu mente, cuando se le derritió la cabeza fue el principio de algo y el fin de otro.

Pero cuando la estatua ya no aguantó y terminó por quebrarse antes de que los pies se llegarán a derretir, porque repentinamente todo lo que Aether conocía terminó cuando llegó a Tevyat otra vez, así fue cómo se sintió cuándo llegó sabiendo que La Corte ya no tenía sus marcas.

Probablemente cuando salieran los problemas sobre ataques de Hilichurls habrían desaparecido, que aparecían personas con identidades que no recordaran y que, cuando volviera al Abismo no habría nadie más qué sí mismo para poder consolarse después de estar tantos años lo mismo.

Primero le tocó ver cómo se purgaba a los Hilichurls y fue una sensación agridulce ver que no podía haberles devuelto la forma humana a todos, pero sí que podía traerles paz, que era lo que le importaba en cualquiera de los casos.

También ver de iban repartiendo diferentes identidades y vidas a los Emisarios para que viviera bien, Aether se aseguró de decirle a Canon que todos tuvieran una situación económica que les permitiera vivir cómodamente.

Fue algo impactante ver desde el mar de flores las reacciones de La Corte, Canon usó su poder celestial y en el portal ventana pudo ver que la mayoría se agarró el cuello o los hombros por el ardor que generaba, todo para que luego de unos segundos las revisaran y se dieran cuenta de que, desde el Chévalier hasta la Dauphin, ya nadie tenía la marca del cuchillo del rubio, ni las mordidas grabadas en su cuello.

Aether pidió portales que enfocarán a todos para ver sus reacciones y cuando los vio agarrarse el cuello sintió mucho miedo, se le pusieron los hombros tensos y sintió que quiso detener a la mujer porque a ellos les dolía, pero ella lo miró con consuelo y entendió que esto los ayudaría, que era lo que estaba buscando para ellos tanto tiempo que no pudo detenerse de todas formas.

Devorador De Dioses | AexiaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora