❝Te mataré, con mi propias manos. Te mataré porque me traicionaste, Porque traicionaste el amor que te tenía❞
Xiao se cae al abismo y debe aceptar una nueva vida como un personaje de la corte de un hombre al que odiaba.
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⎯Co...
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¿Cómo es posible que el Príncipe haya terminado acostado entre las almohadas de su propia cama acompañado del Duque?
¿Cómo es que se dejó caer en todas esas tentaciones otra vez? ¿Cómo se dejó caer en el amor de nuevo?
Acostado en su cama, completamente acurrucado contra el Yaksha, mantenía los ojos ligeramente abiertos mientras disfrutaba de la calidez del cuerpo ajeno al suyo, generalmente, como el ciclo ya estaba llegando a su final, no vería a Xiao dentro de mucho.
En este momento, Kusanali ya debe haberse dado cuenta del ciclo y Neuvillette también, así que los Arcontes estarán encontrándose ya para este momento, lo más probable es que intenten en su defecto secuestrarle o intentar hablar con él en su defecto.
Eso significa que su juicio se acerca, suspiró cansado y se pegó más al cuerpo del Yaksha que acariciaba su cabeza, ya llevaban un rato despiertos. Pero él no quiso moverse de lugar, deseaba, tan solo por unos minutos poder disfrutar del tacto de Xiao.
Ni siquiera estaban vestidos, apenas la ropa interior estaba puesta y lo cubrían muchas mantas, el duque hizo un comentario sobre que le llamaba mucho la atención que Aether tuviera tantas mantas, ya que acostarse debajo de ellas generaba muchísimo peso.
Aether se quedó callado, lo hacía porque generalmente extrañaba la calidez del cuerpo de Xiao cuando no estaban juntos, así que envolverse entre mantas y mantas reemplazaba el frío y además le proporcionaba algo de alivio, cada vez que Xiao se movía, dejaba salir un bufido.
¿Ustedes sabían que se puede desear tanto, tanto a una persona?
Aether, aunque su mente sentía ansiedad por lo que iba a pasar dentro de poco, sentía tanta felicidad de poder sentir a Xiao cerca suyo, poder apoyarse contra su pecho y sentir el aroma a qinxing que estaba permanentemente en él.
Estaba tan sumergido en su pecho que ni siquiera sabía dónde empezaba su cuerpo y dónde terminaba el cuerpo de Xiao, llevaba abrazado toda la mañana con las piernas envueltas en el otro, como si necesitara el abrazo del Duque, y ni siquiera podía ignorar lo acalorado que se sentía.
Era como tener fiebre, fiebre de amor, quizás. Llevaba enamorado de Xiao tanto, tanto tiempo.
Aún recuerda fervientemente la primera vez que se enamoró de Xiao, ni siquiera sabe porque Xiao cayó al Abismo, pues en los primeros cinco ciclos ni siquiera estaba ahí.
Luego, al sexto ya había caído y se llevaban pésimo, pero estaba demasiado ocupado en sus problemas emocionales y en el ciclo que nunca se dio el tiempo de amarlo, hasta que, en el ciclo número ocho, cuando empezó a entenderlo un poco, se enamoró por primera vez.
