ENTRE LAS CENIZAS

LA TORTURA

Los chicos miraban con un rostro serio a Changbin.

—Dinos donde están. —Grito Chan hacia el hombre.

—¿Cómo les va a decir algo si lo tiene amordazado? —Dijo Yoongi.

No entendía como las mentes maestras de sus hijos se volvían inútiles cuando se trataba de sus parejas. Y ni hablar de él.

Hyunjin abrió los ojos y se dio cuenta de su error, despacio le quito el trapo de la boca del hombre, el cual frunció el ceño hacia los hombres.

—Saben no debian hacer todo esto. Si solo hubieran preguntado...—Hablo el hombre. Mientras que ninguno de los Min se veían muy convencidos.

—La ultima vez que los vieron, estuvieron contigo. Así que dinos, ¿Dónde están? O te vuelo los sesos. —Chan apunto su arma a la cabeza del pelinegro, el cual frunció el ceño.

—Si, los vieron conmigo. Pero no se a donde fueron, además ¿seguros que ya los buscaron por todos lados, la casa es muy grande. —Susurro Changbin.

—Deja de jugar con mi paciencia. —Hablo Taehyung, todos miraban mal al hombre.

Hasta que cierta cabellera negra se asomó, y soltó un grito mudo al ver como tenían a Changbin.

—¿Qué carajos hacen? —Dijo Eun-Ji, mientras empujaba a los chicos pero acercarse a Changbin.

—No encontramos a nuestros chicos, y la ultima vez que los vieron fueron con él. —Dijo Chan con tono enojado.

Eun-Ji miro a su padre el cual no hacia nada, solo estaba cruzado de brazos en la puerta. Y suspiro.

—Chicos Changbin no hizo nada. Los chicos planearon algo, y solo le pidieron que los cubriera es todo lo que les podemos decir. —Dijo Eun-Ji. Los Min y su padre miraron a ambos con ceño fruncido.

Hasta que los pasos de alguien los distrajeron, Harry entraba con ojos abiertos.

—Creo que ya los encontramos. Uno de los antros de las afueras del pueblo se quemo. —Dijo Harry.

Todos se miraron entre si y corrieron fuera, para poder llegar al lugar.

—¿Chicos? No piensan dejarme aquí, ¿Verdad? —Una risa pequeña se escucho de la mujer. Que empezó a desatar a Changbin.

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Félix miraba el antro quemado. Y sonrió, Yaser se encontraba inconsciente en una silla alado de ellos. Debian ir al bosque, ahí terminarían con lo que empezaron.

—Eso estuvo increíble. —Dijo Jeongin, dando brinquitos. Beomgyu le sonrió tiernamente.

—Bien, vayamos al bosque. Seguramente ya llamamos la atención de muchos. —Aconsejo Seungmin. —Y seguramente de Mina.

Todos asintieron y con una sola mana, Jungkook empezó a jalar la silla, donde Yaser venia inconsciente. El sonido del viento cortándose en las copas de los arboles era tenebroso. Pero en estos momentos ya nada podía asustar a estos chicos.

Hasta que se escucho un disparo. Todo se giraron y notaron a muchos hombres correr hacia ellos.

Jungkook frunció el ceño.

—Deberíamos irnos. — Hablo Félix. Pero su hermano negó.

—No déjenlos que se acerquen. —Seungmin negó y saco su arma, y acomodo su cinturón para cargarla cuando fuera necesario.

—Oigan ustedes. Saben a quien llevan ahí. Solo déjenlo y nosotros no los materemos. —Hablo uno de los hombres.

Jungkook y Félix sonrieron de lado.