If you should ever leave me

capítulo 39

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Pero qué cojones???

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Rus, dime que estás con Martin.

Está aquí.

Por qué coño está aquí?

Y no contigo????

Y por qué está para el arrastre?????

Juanjo, qué ha pasado???

Ruslana se quedó pasmada cuando Juanjo no respondió. No entendía absolutamente nada. ¿Por qué todo tenía que ser tan complicado? ¿Qué había ocurrido?

Martin no había soltado prenda aún. Chiara y él habían vuelto hacía media hora y él solo se había tumbado en la cama sin decir ni media palabra.

Kiki y ella estaban muy preocupadas por él, pero no habían querido invadir su espacio. Al fin y al cabo, si no había querido hablar aún era por algún motivo.

Revisó su móvil, pero Juanjo no había respondido. Puso los ojos en blanco y suspiró.

Joder.

***

Juanjo seguía paralizado. Aún no había cerrado la puerta de su casa. Había tardado exactamente veinte segundos en ser capaz de moverse y abrirla, los suficientes para que Martin se hubiera largado y no estuviera allí. Y al ver el rellano vacío, el maño se había bloqueado de nuevo. Y después había roto a llorar. Se había doblado por la mitad y había tenido que agarrarse al pomo para no caer.

Martin lo quería. Martin no lo había olvidado. Aunque no se lo mereciera, aunque lo hubiera hecho sufrir así.

Lloró y lloró, y se desahogó a través de las lágrimas, porque se le había juntado todo. La noticia, las fotos, los comentarios, los insultos, Martin en su casa. Sus palabras... joder, sus palabras para Juanjo. Lo gilipollas que había sido él con el vasco y lo mal que se había expresado. Es que quería matarse a sí mismo.

No somos nada. No estamos juntos.

Le había soltado eso y se había quedado tan ancho. A Juanjo no se le daban bien las palabras, era demasiado torpe con ellas. A la vista estaba. Se había puesto nervioso y había metido la pata hasta el fondo.

No eran nada porque aún no había podido pedírselo a Martin como a él le hubiera gustado. Porque estaba acojonado. Eso era lo que había querido decirle. Y cuando se había dado cuenta de lo que Martin había entendido y había visto su reacción, Juanjo no había sabido cómo arreglarlo. Y entonces Martin le había dicho... Le había dicho todo eso.

Y todo lo demás había desaparecido. El mundo había dejado de girar. Sus sentidos se habían atrofiado y sólo había podido escucharlo a él.

Porque Martin lo quería. Y no un poco, no como amigo, no como persona que un día quisiste y aún guardas resquicios de ese amor. No. Lo quería como lo había querido siempre. Como Juanjo lo quería a él. Los sentimientos de Martin se habían mantenido igual de fuertes en el tiempo, tal como los suyos. Y se lo había dicho todo. Había tirado todas las barreras que Juanjo había construido para protegerse y lo había mirado a los ojos mientras le decía que lo amaba.