capítulo 13

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—La madre que los parió —exclamó Naiara.

Juanjo abrió un ojo. La maña estaba sentada cruzada de piernas sobre la cama, tapándose la boca con una mano y sujetando su teléfono con la otra.

—¿Qué pasa? —preguntó con voz ronca por el sueño.

Naiara lo miró sin saber qué hacer, y finalmente extendió el brazo para mostrarle la pantalla del móvil.

—Lo siento —le dijo, apenada—. Qué hijos de la gran puta.

Juanjo se esforzó por enfocar la vista, ya que se acababa de despertar. En cuanto lo consiguió, vio una foto de Martin y él el día anterior, cantando su canción.

JUANJO Y MARTIN, MÁS TENSOS QUE NUNCA.

Se incorporó de golpe y le quitó el móvil a Naiara para leer mejor.

Anoche, la parejita nos deleitó con su actuación más fría y seca hasta la fecha. Juanjo y Martin apenas se tocaron en la que solía ser su actuación más íntima y personal, decepcionando a sus fans, que habían ido a verlos ilusionados.

Todo esto sólo nos confirma que, efectivamente, los rumores de ruptura eran ciertos. Puede que el tiempo haya separado a los dos artistas. O puede que, como muchos sospechan, la relación fuese falsa desde el principio. Al fin y al cabo, ¿quién no apoyaría a dos chavales jóvenes, guapos y enamorados?

Lo que sí se sabe seguro es que Urrutia acabó la noche bastante perjudicado, pues un colaborador lo vio abandonando la fiesta post-concierto que celebraron los triunfitos ayer tambaleándose y ayudado de Chiara Oliver, Violeta Hódar y (qué sorpresa) Juanjo Bona. Parece ser que no se odian tanto, después de todo.

Tantas contradicciones sólo nos llevan a pensar que estos dos chicos son más listos que el hambre y nos la han querido colar a base de bien. Pero oye, como estrategia de marketing, nos quitamos el sombrero.

Justo debajo del texto, el reportero había adjuntado una foto de Martin a punto de caer al suelo, apoyado completamente en el maño. En la imagen la situación se veía mucho peor de lo que había sido en realidad, Martin parecía al borde del coma etílico.

Juanjo sintió que se le revolvía el estómago. ¿Qué cojones...? ¿Quién coño había escrito eso?

El artículo estaba citado en un tweet que tenía ya 3K likes. Todo el mundo lo había leído.

—¿Martin ha visto esto? —preguntó enseguida, preocupado. Si lo había hecho, no sabía cómo se lo habría tomado. Mierda, mierda, mierda.

—No lo sé, Dios —dijo Naiara recuperando su teléfono—. Lo acabo de ver. ¿Estás bien?

—No —respondió con sinceridad, mientras buscaba su propio móvil y se metía en el chat de Martin.

Por favor, llámame cuando te despiertes.

El vasco no tardó ni medio minuto en leer el mensaje.

Estoy despierto.

Te llamo?

Espera, voy yo.

Juanjo se levantó de la cama a toda velocidad y se puso una camiseta y unos vaqueros, los primeros que pilló. Se calzó y se peinó rápidamente.

—¿Dónde vas? —preguntó Naiara, preocupada—. ¿Puedo ayudarte de alguna manera?

Juanjo negó.

If you should ever leave meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora