Capítulo 1

389 37 11
                                    

Capítulo 1

Love isn't always on time

Brunhilde sabía que el Ragnarok era una venganza contra los dioses, quienes desde siempre habían hecho de menos a la humanidad, una raza que ellos mismos crearon. Como semidiosa, Brunhilde había sufrido humillaciones y burlas por parte de muchos dioses. Eso, junto con situaciones del pasado, la llevaron a crear una venganza en su mente, esperando el momento preciso para llevarlo a cabo. Y llegó en el momento en que los dioses se decidieron por asesinar a la humanidad. Solo en ese momento bastó una pequeña provocación para que estos cayeran en el juego y aceptaran enfrentar a los mejores luchadores contra los mejores dioses.

Göll no estaba segura de eso, temerosa de que esto fuera una gran ofensa y las mataran por lo mismo. Pero Brunhilde no tenía miedo, después de todo, conocía muy bien a los dioses como para saber que su ego era su peor enemigo.

Luego del incidente con el íncubo y de que Thor se marchara, ignorándolas a ambas por completo, caminó hacia su cuarto para elegir a los trece luchadores. Una parte de ella estaba aliviada porque si con suerte uno de los luchadores se rendía, no sufriría el cruel destino de transformarse en polvo del universo. Sin embargo, todo eso sería si uno de ellos se rendía, algo que era poco probable. Zeus posiblemente puso esa condición pensando igual que ella.

Pero había cosas que Zeus no sabía. Brunhilde pensó en el enorme dios nórdico y pensó en que tenía al hombre perfecto para él, uno fuerte y capaz de hacerle frente.

El hombre más fuerte de la humanidad.

***

La vida de Thor no había cambiado en absoluto desde la muerte de Lü Bu. O bueno, podría decirse que había vuelto a la normalidad. Ya no había nadie a quien ver los quintos días del mes, a pesar de que regresaba a ese punto de encuentro todos los meses sin excepción. Pero sin aquel hombre esperándolo, aquel lugar no era muy diferente a los que podría ver en otro lado.

Sif y su hijo seguían viviendo en su palacio, evitando el contacto con él. A Thor tampoco era como si le importara. Había pasado esos milenios entrenando y ayudando a Asgard en lo que pudiera ser útil, escuchando sobre sus hazañas de boca de otros. Estupideces.

La emoción que había ganado al conocer a Lü Bu se perdió cuando este murió en sus brazos. Fue como si ese día lo mejor de él se hubiera esfumado con la vida de Lü Bu. Ni siquiera el Ragnarok reanimaba su espíritu perdido. Sea con quien sea que tuviera que pelear, a él le daba igual. Solo lo mataría de un golpe y luego volvería a su rutinaria y triste vida.

Ser un dios tan fuerte solo era una maldición, ¿qué tenía de interesante ser como él? Nada, claramente.

Su padre se acercó a él mientras estaba en un cuarto de la arena del Valhalla.

—Serás el primero en luchar—informó Odín.

Thor asintió sosteniendo a Mjölnir mientras estaba sentado casi en penumbras.

Su padre se marchó, dejándolo solo y esperando a que terminaran de arreglar la arena para aparecer y terminar de un solo golpe con el humano que pondrían contra él.

Por un momento se preguntó qué diría Lü Bu si supiera sobre esto. Sobre el Ragnarok, el exterminio de la humanidad, su lucha contra un humano. Tal vez se burlaría de él y le diría que perdería porque era un dios tonto. Tal vez se preocuparía si resultara lastimado, diciéndole que había sido un idiota. Podría llegar a ofenderse con él por esto, por participar de esta lucha dándoles puntos a los dioses que buscaban exterminar su raza. Quizás Thor no hubiera participado si Lü Bu se lo hubiera pedido. O quizás no lo hubiera hecho por iniciativa propia, por respeto al hombre del que estaba enamorado.

Thunder, ocean and teaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora