Capítulo 19

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Capítulo 19

Just throw away the key, don't worry 'bout me

Se habían enterado que a la humanidad solo le faltaba un punto para ganar y que la décimo primera ronda del ragnarok daría comienzo en dos horas. Qin Shi Huang se sentía orgulloso de los humanos que trajeron la victoria, Hades, por otro lado, se sentía aliviado de que el humano no tuviera que pelear en el ragnarok. Realmente prefería que no lo hiciera.

—¿Qué es esto?—preguntó Hades viendo al rey humano sirviendo una bebida que desconocía en dos cuencos.

—Algo para celebrar, una pequeña celebración antes de nuestra victoria definitiva—dijo el rey humano ofreciéndole una de las bebidas.

Tan confiado como el rey que era. Hades encontraba un gran atractivo en esa actitud del humano.

—Nunca se debe celebrar antes de tiempo—de igual manera, Hades aceptó la bebida.

—La humanidad ganará, celebre antes o no—Qin Shi Huang sonrió, tan confiado y tan bonito.

Sus ojos brillando tan llamativamente que para Hades era difícil mirar hacia otro lado.

—Tienes mucha confianza—Hades dio un sorbo a la bebida.

Era fuerte, pero nada que no pudiera soportar. Había probado cosas peores, los dioses tenían bebidas alcohólicas peores que estas.

—¿Por qué no la tendría?—Qin Shi Huang bebió también—Ah, realmente buena. Mm, rey Hades, ¿se quedará aquí un rato más?

El rey humano caminó por la habitación, con su cuenco en mano mientras seguía dando algunos sorbos más.

—¿Te has cansado de mi presencia?—preguntó divertido.

El humano rio, mirándolo con sus ojos brillantes y claros.

—Para nada. Solo pensaba en invitarlo a un lugar, si lo desea, claro.

—Por supuesto.

Qin Shi Huang sonrió, esta vez parecía un poco travieso. Hades sentía la necesidad de besar esa sonrisa.

—Sígueme.

Hades así lo hizo, caminando detrás del humano lo siguió hasta una zona de sus aposentos que estaba dividida por una delgada pared. Detrás de la delgada pared había una cama con cortinas negras y doradas. El humano las abrió, dejando el cuenco en uno de los muebles cercanos. Hades lo imitó y se acercó a él. Qin Shi Huang se giró hacia él, tomándolo de los hombros y acercando su cálido cuerpo para pegarlo al suyo.

—¿Acaso quieres continuar con la celebración?

—Estaba pensando en continuarla, pero creí que en lugar de celebrar como siempre, podríamos ir hasta el final esta vez—la mano de Qin Shi Huang pasó por su cabello, mientras lo veía a los ojos.

Una mirada tan seductora y traviesa. Hades sentía que podía hundirse en ella por siempre.

—¿Estás seguro de eso?

—¿Acaso el rey del inframundo tiene miedo?

Hades lo alzó, haciendo que enredara sus piernas en su cadera. Sus manos apretaron las nalgas del humano por sobre el pantalón.

—Para nada, solo no quiero asustarte. La pasión de un dios es muy diferente a la de un humano, ¿crees poder seguirme el ritmo?

Qin Shi Huang sonrió, con su confianza intacta.

—¿Por qué no lo averiguamos?—el humano acarició su rostro, pasando el pulgar por su labio inferior—El rey del inframundo podría llevarse una gran sorpresa.

Thunder, ocean and teaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora