CAPÍTULO I

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Una Nayoko se encontraba ayudando a su madre a preparar el desayuno hasta que oí unos pasos acercarse

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Una Nayoko se encontraba ayudando a su madre a preparar el desayuno hasta que oí unos pasos acercarse.
–Buen día, papá.
–Buenos días, Nayoko, espero que hayas tenido una buena noche –. me sonrió e inmediatamente le devolví el gesto. 

–Sí, gracias –. 

–¡El desayuno está servido! ¡Nayoko despierta a tus hermanos! – una voz femenina sonó detrás de ellos. 

—¡Voy! –. Me encaminé hacia la habitación de mis dos hermanos menores, Emao y Kenji, para despertarlos. –¡Emao! ¡Kenji! despierten, el desayuno está en la mesa –Emao bajó sola de la cama, su pelo negro estaba despeinado y sus ojos aún permanecían cerrados, tomé a Kenji en brazos y caminé hacia la habitación de Shuji, pero antes de que pudiera entrar el salió ya vestido, iba con ropa de campo, supuse que iría con mi padre al campo. 

–No hace falta que despiertes, bruja –dijo con una sonrisa burlona. 

–¿A quién le llamas bruja, mocoso? –me enfadé y le proporcioné un coscorrón, él sobó su cabeza mientras me miraba con enfado. –No me mires así –suspiré – vamos, el desayuno está en la mesa –. Antes de que volviera a abrir la boca me dirigí al comedor aún con mi hermanito en brazos, de camino escuché un fuerte trueno, Kenji se aferró a mi cuello asustado. –Calma, es solo un true- –una gota de agua me cayó en la cabeza, miré hacia arriba y resultó ser una gotera, suspiré y retomé mi camino al comedor. Vi a mi madre, mi padre y mi hermana en la mesa, acomodé a Kenji en una de las sillas para luego tomar asiento.

–Papá, hay una gotera en el pasillo –. Él paró de comer y me miró. 

–Hoy vendrá Shuko y su familia a cenar, le pediré que la arregle. 

De acuerdo –sonreí para llevarme un bocado a la boca. 

–Buenos días –mi hermano tomó asiento. 

Luego del desayuno mi hermano y mi padre partieron hasta el campo, pero antes mi padre me preguntó qué quería de regalo para mi cumpleaños, era en una semana, «una peineta dorada», respondí. 
La lluvia no paró durante todo el día, ya era la tarde, y no es que fuera poca cantidad, era una lluvia torrencial. Estaba en el salón haciendo una cinta para el pelo cuando la puerta se abrió violentamente, mis hermanos y mi padre estaban en el marco jadeando por aire. Me levanté y rápidamente fui hacia ellos. –¡Mamá! ¡Ven rápido! –grité preocupada. Mi madre llegó en cuestión de segundos, al ver la escena me dio indicaciones. 

–Nayoko prepara agua caliente –yo solo asentí y rápidamente preparé agua caliente para que los tres pudieran bañarse.

Mientras el agua se calentaba volví al salón solo para ver a mi padre de rodillas muerto en llanto y a mi madre soltando lágrimas. Mi hermano mayor tenía un semblante de preocupación y a Shuji se le veía triste. 

–¡Todo! ¡Lo perdimos todo! –no entendía lo que pasaba por lo que decidí preguntar. 

–¿Q-qué está pasando? 

❤️‍🔥Corazón En Llamas❤️‍🔥 | VEL320Donde viven las historias. Descúbrelo ahora