SHINJURO X TN
Nayoko Shima es una chica de dieciséis de clase baja. Ella ayuda a su madre, Hainako, con sus dos hermanos más pequeños mientras su padre, Otojiro, trabaja junto a los dos mayores. En su familia se mantienen a base de la agricultura, c...
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NARRADOR OMNISCIENTE
Pues aquí nos encontramos, ahora la familia Rengoku se encontraba más unida que nunca, nos esposos que se amaban, dos hijos maravillosos y otro que aún crecía en el vientre de la mujer. Habían pasado dos meses desde que Shinjuro salió de la finca mariposa, estaba casi recuperado, aunque tenía episodios de fiebre y dolores en las articulaciones del brazo derecho y rodilla izquierda.
En una ocasión la fiebre subió tanto que tuvo que ponerse paños de agua sumamente helada, todo esto le hizo sentir miserable, tal vez fue su karma, miserable por sentirse inútil, por tener que ser cuidado por la mujer a la que se supone que él debía proteger.
Ahora Shinjuro se encontraba temblando de frío, aun cuando su temperatura sobrepasaba los treinta y nueve grados. Su hijo estaba a su lado viendo como su madre cambiaba los paños de la nuca de su padre, estos apenas duraban húmedos y fríos pues la misma temperatura corporal del hombre los calentaba.
–Duerman, yo estoy perfectamente bien. No se preocupen por mí.
–No diga eso, Shinjuro, tiene demasiada fiebre. Por favor intente dormir –La chica tocó la frente de su marido–. La fiebre está comenzando a bajar. Ahora vuelvo, es hora de que tomé su medicina.
Al volver la chica se encontró con una escena muy curiosa. Kyojuro estaba con algo en la mano y lo que parecía ser un hilo de sangre corriendo por su mejilla. Shinjuro tenía una cara algo asqueada, pero a la vez divertida.
–¡¿Kyojuro, qué pasó?! –Me acerqué rápidamente.
–¡Mira mamá! ¡Se ha caído un diente! –Respiré tranquila al corroborar que no se había hecho ningún daño, Shinjuro se levantó con cuidado para tomar la medicina que le entregué.
–Ve a enjuagarte, es un diente de arriba por lo que debes lanzarlo al cielo y pedir que los demás crezcan sanos y fuertes.
Y así el pequeño niño se fue con el diente en la mano para realizar lo anteriormente explicado.
Estaban preparando las cosas para un viaje de tres días hacia el antiguo hogar de la chica quien ya tenía cuatro meses de embarazo, ese día darían la noticia a la familia de la mujer.
–Nayoko ¿Estás segura de ir estando embarazada? Son varias horas caminando. No me importa ir más lento de lo común, pero ¿No prefieres que ellos vengan aquí?
–Para nada, me encuentro perfectamente
Pues el viaje fue agotador, no por la mujer, sino por los lloriqueos de los niños, bueno, de Kyojuro, porque el menor cayó rendido tan sólo media hora después de comenzar el viaje y Shinjuro se echó al hombro, usaba el derecho pues el hombro izquierdo llevaba parte de la ropa que llevarían durante los cinco días de estadía en la casa Shima.
