CAPÍTULO XI

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HOGAI

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HOGAI

Estaba en el pueblo de Nayoko, en una zona comercial. Había varios comerciantes en sus puestos de comida, la zona era una acomodada. Vi algunos bueyes pasar tirando de carretas llenas de productos, comencé a caminar entre las tiendas viendo con atención a cada una de las personas con la esperanza de encontrarme con ella. Pasé un tiempo buscando y cuando estaba por rendirme la vi, estaba hablando con la mujer de un puesto de vegetales. Consigo llevaba a un bebé en brazos y a un pequeño de la mano.

–¡Nayoko! ¡Nayoko! –corrí hacia ella y la abracé tan fuerte que casi la rompo.

–¿Hogai? –me miró con confusión, pero a la vez con una sonrisa. Un jadeo de terror se hizo paso, nos miramos por un segundo para luego observar cómo el niño más grande se escondía tras las piernas de ella.

–Oye niño... siento mucho lo de la última vez, no estaba en mis cinco sentidos, pero...pero te prometo que no pasará otra vez. –Le ofrecí la mano para sellar la promesa, él me miró y luego apartó la mirada con el ceño fruncido y con una mano se aferró a la falda de Nayoko, pero de igual forma me dio la mano y yo le di un apretón mientras sonreía. Luego miré a Nayoko.

–¿Qué tal estás? Te extrañé mucho sabes, pensé que no volvería a verte.

–Estoy bien –sonrió– Pero dime ¿Qué haces aquí? –tenía planeada una excusa.

–Estoy de paso, me quedaré solo una semana a descansar, vengo de visitar a un familiar y este pueblo estaba de camino.

–Entiendo. Es una alegría verte.

–¿Dónde vives? Podríamos tomar algo de té... me gustaría disculparme con tu marido.

El plan era ganar la confianza de su esposo, así todo sería más fácil, así no desconfiará de mí.

–Él acaba de ir a una misión, pero hay una cafetería cercana, podemos ir allí.

–Me parece bien –sonreí.

NARRADOR OMNISCIENTE

Ambos hablaban ignorantes de una mujer, Akina, expectante a la conversación, se trataba de una vendedora del mercado, escuchaba la conversación con suma atención a las palabras de ambos jóvenes.

–Pero que sin vergüenza es esa niña –le dijo a la mujer del puesto de su derecha.

–Totalmente de acuerdo, no entiendo cómo puede dejarse abrazar por ese hombre a plena luz del día, además, se la está comiendo con la mirada.

–Cierto, pero en estos tiempos suelen verse todo tipo de cosas ¿Tú crees que esos dos tengas algo? Ya sabes a lo que me refiero.

–No lo sé, pero es posible, si resulta que sí, esa chica sería una total descarada. Tiene un buen marido como para que lo engañé así, algo borracho, pero al fin y al cabo es un buen hombre.

❤️‍🔥Corazón En Llamas❤️‍🔥 | VEL320Donde viven las historias. Descúbrelo ahora