SHINJURO X TN
Nayoko Shima es una chica de dieciséis de clase baja. Ella ayuda a su madre, Hainako, con sus dos hermanos más pequeños mientras su padre, Otojiro, trabaja junto a los dos mayores. En su familia se mantienen a base de la agricultura, c...
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NARRADOR OMNISCIENTE
Los días pasaron rápido y Shinjuro debía ir a una misión, esta tendría una duración de dos días, dos días que Nayoko estaría sola con los niños. Ahora Nayoko se encontraba preparando algo de comida para el viaje de su esposo quien afilaba su espada bajo la antena mirada de cierto niño. Ya era de noche, pero Kyojuro insistió en quedarse hasta tarde para despedir a su progenitor.
–Padre... –el niño por fin habló.
–¿Mhm?
–¿Cuánto tiempo estarás fuera?
–Dos días ¿Por qué la pregunta? –el hombre levantó la cabeza para mirar a su hijo quien bajó el cabeza apenado?
–Cuando vuelvas... ¿Puedes traerme papa dulce?
–¿Papa dulce? Yo sé prepararla –la voz de cierta fémina se escuchó. Esta tenía en sus manos una bolsa con la comida recién hecha.
–¿Enserio? –el pequeño sonrió encantado.
–Sí. –La chica sonrió de vuelta mientras Shinjuro se levantaba a la vez que envainaba su arma, una vez enfundado por completo el filo tomó algo de su bolsillo izquierdo y se lo extendió.
–Toma, es para los gastos de la casa, también compren ropa de invierno, en esta zona hace bastante frío. –Sonrojada tomó el dinero para luego agradecer con la cabeza, él se volteó y acarició el cabello de su hijo. –Me despido. Cuídense y no salgan luego del atardecer.
Dicho esto, tomó la comida que su esposa preparó y se fue.
–Kyojuro, es bastante tarde, ve a dormir cariño.
HOGAI
Hola Nayoko,
Es un gusto escribirte luego de tanto tiempo, tenía la curiosidad de saber cómo estás, te extraño, ya no es lo mismo sin ti ¿Y tú? ¿Me extrañas? ¿Piensas en mí? No lo sé, supongo que tendrás tus propios asuntos, pero quería recordarte que a pesar de todo sigues siendo mi mejor amiga. Recuerda que mientras yo viva tendrás a alguien en quien confiar. Espero poder visitarte pronto. Me estoy volviendo loco por verte.
Te quiere, Hogai.
Terminé de escribir la carta temblando y dejando paso a las lágrimas, tenía miedo, miedo de que ella me hubiera olvidado, no aceptaría que nuestra historia quedase en la nada, algo incompleto, algo tan bonito no podía quedarse así. «Un corazón hecho pedazos y otro reprimiendo su sentir por amor a aquellos que solamente la vieron como algo que usar». «Yo estoy mal porque percibo la soledad de la mujer a la que amo».
Siempre seré suyo, no importa que tanto deba superar, porque al final, cuando nuestro final sea inspiración de las más maravillosas historias de amor, veremos lo primorosa que fue nuestra historia. Historia que se plasmará en un libro de romance el cuál sacará suspiros incluso a los más dolidos e incrédulos.
