Eliminé esa parte accidentalmente tratando de actualizar algunas cosas 😑🤦
El día había comenzado de la misma manera que siempre, con los pasillos llenos de estudiantes, risas y charlas. Pero bajo esa aparente normalidad, sentía una tensión que no podía ignorar. Desde que Izuku llegó, todo había cambiado. Había encontrado un amigo, alguien que comprendía mi situación, y eso me daba fuerzas. Pero también sabía que, en algún lugar cercano, Bakugou nos observaba, y su enojo crecía cada día más.
No pasó mucho tiempo antes de que ocurriera. Mientras Izuku y yo caminábamos por el pasillo, hablando en voz baja sobre All Might y nuestras esperanzas para el futuro, Bakugou apareció de repente, interrumpiendo nuestra conversación con su presencia imponente. Había algo diferente en sus ojos, una intensidad que me hizo temer lo peor.
—Tú, Midoriya— dijo Bakugou, su voz baja pero llena de una amenaza latente. —Necesito hablar contigo.—
Izuku vaciló, lanzándome una mirada de preocupación antes de asentir lentamente. Yo quise decir algo, advertirle que no fuera, pero las palabras se quedaron atrapadas en mi garganta. Bakugou no esperó respuesta; simplemente se dio la vuelta y comenzó a caminar, esperando que Izuku lo siguiera. Y él, con el rostro pálido pero decidido, lo hizo.
Los observé alejarse, mi corazón martilleando en el pecho. Quise seguirlos, pero algo me detuvo, el miedo de que mi intervención empeorara las cosas. Así que me quedé ahí, luchando contra la creciente sensación de pánico.
Cuando Bakugou finalmente se detuvo en un pasillo vacío, giró sobre sus talones para enfrentar a Izuku. Su expresión había cambiado; la falsa calma que había mostrado antes se había desvanecido, y en su lugar, vi puro desprecio.
—¿Qué te crees que estás haciendo, Deku?—escupió, utilizando el apodo despectivo que había creado para Izuku. —¿Qué haces juntándote con ella? No eres nadie, y Kaomi es aún peor que tú. ¿Crees que porque ambos son unos inútiles sin dones pueden formar una alianza de fracasados? ¡Patético!—
Izuku apretó los puños, luchando por mantener la calma mientras la ira de Bakugou lo envolvía.
—Kaomi es mi amiga— dijo con firmeza, aunque su voz tembló ligeramente. —No tienes derecho a decir esas cosas sobre ella—
—¿Amiga?— Bakugou se rió, un sonido cruel y vacío. —¡Tú no tienes amigos! ¡Eres solo un parásito que intenta aferrarse a lo que sea para no sentirse tan miserable!—
Las palabras de Bakugou eran como cuchillas, cortando profundamente tanto a Izuku como a mí. Me quedé paralizada, incapaz de moverme mientras observaba la escena desde una distancia segura. Vi cómo Bakugou avanzaba, acorralando a Izuku contra la pared. El miedo en los ojos de Izuku era palpable, pero se mantuvo firme.
—Ella no necesita que la protejas— continuó. Bakugou, su voz llena de veneno— Porque no vale la pena protegerla. No es más que una carga, y tú eres aún peor por intentar salvarla.—
Y con esas palabras, Bakugou levantó el puño y golpeó a Izuku en el estómago con una fuerza que me hizo jadear. Izuku se dobló de dolor, cayendo al suelo mientras Bakugou lo miraba con desdén. No fue solo el dolor físico lo que lo derrumbó, sino también las palabras, cada insulto dirigido a lo que más apreciaba.
Cuando Bakugou finalmente se alejó, dejando a Izuku en el suelo, supe que tenía que hacer algo. Corrí hacia él, mi corazón acelerado por la mezcla de miedo y preocupación. Izuku estaba herido, su rostro pálido y sus manos temblorosas mientras intentaba levantarse.
—Izuku, no te muevas— le dije, arrodillándome a su lado. Podía ver las marcas del golpe en su cuerpo, y el dolor en su expresión me partió el alma.
—Estoy bien— murmuró él, pero su voz no tenía la fuerza suficiente para convencerme.
Sus ojos se encontraron con los míos, y en ese momento, vi la profunda tristeza que sentía, no solo por el dolor físico, sino por las palabras crueles de Bakugou.
—Déjame ayudarte— insistí, sacando mi pañuelo para limpiar la sangre que comenzaba a manchar su labio.
Mi mano tembló al acercarme, pero Izuku no se movió. Me dejó cuidar de él, y mientras lo hacía, sentí una conexión aún más fuerte formándose entre nosotros. Una amistad que, a pesar de las circunstancias, estaba dispuesta a resistir cualquier cosa.
Mientras curaba sus heridas, noté una sombra moviéndose en la distancia. Al levantar la vista, vi a Bakugou observándonos desde el otro extremo del pasillo. Sus ojos estaban llenos de enojo, pero también había algo más. Algo que no podía identificar del todo. ¿Celos? ¿Frustración? No lo sabía con certeza, pero lo que sí sabía era que no le gustaba lo que veía.
Bakugou se giró y se marchó, dejando tras de sí una tensión en el aire que me hizo temer lo que podría venir después.
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El Precio de las cicatrices
FanficBienvenido a un mundo donde el poder define el valor de una persona. En este universo, Kaomi nació sin un don, en una sociedad que celebra la fuerza y el heroísmo. Desde pequeña, sus sueños de ser una heroína se vieron aplastados por la cruel realid...