¡¡¡CONTENIDO ADULTO!!!, Leelo bajo tu responsabilidad
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El sonido del agua cayendo en el lavabo era lo único que rompía el silencio abrumador del baño. Cada gota que salpicaba resonaba como un recordatorio de la confusión y el dolor que me envolvían. Me había refugiado aquí, lejos de las miradas curiosas y los murmullos que me perseguían en los pasillos. Estaba sola, tal como siempre lo había temido, y la soledad era más aplastante de lo que jamás hubiera imaginado.
El dolor en mi pecho se intensificaba con cada respiración. Sentía que el aire se volvía pesado, difícil de inhalar. Me limpié las lágrimas con el dorso de la mano, pero no parecía importar. Nuevas lágrimas tomaban el lugar de las que acababa de enjugar. "¿Por qué, Izuku?", pensé. "¿Por qué tuviste que decírselo a alguien? ¿Por qué me traicionaste así?"
Tomé una bocanada profunda de aire, intentando calmarme. Tenía que salir de allí, tenía que mostrar una cara valiente, aunque por dentro me sintiera destrozada. No podía dejar que nadie viera cuánto estaba sufriendo. Al fin, después de lo que parecieron horas, me decidí a salir.
Abrí la puerta del cubículo con manos temblorosas y me acerqué al espejo.Me apoyé en el lavabo, dejando que el frío del mármol calmara un poco el calor que sentía en mis mejillas debido a las lágrimas que no dejaban de caer. Mis manos temblaban, y mi respiración era irregular, interrumpida por sollozos que no podía controlar. Me miré en el espejo, pero la imagen que reflejaba era la de una chica rota, alguien que apenas reconocía.
Finalmente, con un suspiro pesado, abrí la puerta del baño y salí al pasillo. No había nadie cerca, y por un momento agradecí la soledad. Pero mi alivio fue breve. Apenas había dado unos pasos cuando vi a Bakugou parado al final del pasillo, esperándome con una expresión que me hizo estremecer.
—Kaomi—, dijo, su voz baja pero cargada de una intensidad que me puso en alerta. No había duda en su mirada: sabía lo que había sucedido, y eso solo podía significar problemas.
Intenté seguir caminando, ignorándolo, pero antes de que pudiera reaccionar, él ya estaba frente a mí, bloqueando mi camino. Sus ojos brillaban con una mezcla de enojo y algo más que no pude identificar de inmediato.
—Mira quién ha decidido salir del baño —dijo Bakugou con un tono sarcástico.—Parece que tu amigo el deku te ha dejado estancada. ¿Te sientes sola?—
—Y así que...— comenzó, su voz goteando sarcasmo,—fuiste con Deku, se lo contaste todo y me acuso de... ¿qué exactamente? ¿De ser un monstruo?—.
El tono burlón de su voz me hizo retroceder un paso, pero Bakugou no me dio la oportunidad de alejarme. En un movimiento rápido, tomó mi brazo con fuerza y comenzó a arrastrarme por el pasillo. Traté de resistirme, pero su agarre era firme, casi doloroso.
—B-Bakugou, suéltame...— intenté protestar, pero mis palabras cayeron en oídos sordos.—¡Me estas lastimando..! ¡esto no esta bien!¡¡no puedes acerme esto!!—Suplique, mi voz una creciente de desesperación.
—¡Cállate!—escupió, su voz llena de ira contenida. —¿Creíste que podrías salirte con la tuya? ¿Que podría acusarme de esa manera y no enfrentar consecuencias?—
Me arrastró por los pasillos vacíos, alejándonos cada vez más de las zonas comunes del colegio. Mi corazón latía con fuerza, y el miedo se apoderaba de mí. Sabía que estaba en problemas, y no había nadie alrededor para ayudarme. El hecho de que Izuku no estuviera allí, que ya no podía confiar en él, hacía que el pánico fuera aún peor.
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El Precio de las cicatrices
FanficBienvenido a un mundo donde el poder define el valor de una persona. En este universo, Kaomi nació sin un don, en una sociedad que celebra la fuerza y el heroísmo. Desde pequeña, sus sueños de ser una heroína se vieron aplastados por la cruel realid...