41

349 32 1
                                    

La emoción en el aire era palpable cuando Charles Leclerc, con una sonrisa traviesa, extendió la invitación a Alessia y sus amigos para una carrera de karting

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La emoción en el aire era palpable cuando Charles Leclerc, con una sonrisa traviesa, extendió la invitación a Alessia y sus amigos para una carrera de karting. Alessia, que había pasado el día anterior recorriendo Mónaco con Charles, no podía estar más emocionada. Sin embargo, la realidad de competir en una pista, aunque en miniatura, pronto la alcanzaría, junto con los nervios de estar frente a un verdadero piloto de Fórmula 1.

El grupo llegó a la pista de karting, un lugar vibrante y lleno de adrenalina, con el zumbido de los motores resonando en el aire y el olor a gasolina que prometía una buena dosis de velocidad y emoción. Charles, vestido con un mono de karting que parecía hecho a medida, caminaba con una confianza inquebrantable, guiando al grupo con esa mezcla de seguridad y carisma natural que lo hacía destacar. Alessia, por otro lado, trataba de no dejar que sus nervios se notaran demasiado. A pesar de su entusiasmo, no podía ignorar el hecho de que sus habilidades de conducción no estaban ni cerca de las de Charles.

—Vamos, será divertido —dijo Charles al notar la ligera tensión en el rostro de Alessia mientras se ponían los cascos—. Recuerda, solo tienes que disfrutarlo.

—¡Sí, claro! —respondió Alessia, sonriendo con determinación, aunque por dentro sentía un nudo en el estómago. Quería demostrarle a Charles que podía mantener el ritmo, o al menos intentarlo.

Sus amigos, que tampoco eran expertos en el volante, se mostraban igual de nerviosos. La idea de competir contra un piloto de Fórmula 1 en una pista de karting era simplemente irresistible, y aunque sabían que Charles no se lo tomaría demasiado en serio, todos querían aprovechar esta experiencia única.

Cuando los motores de los karts comenzaron a rugir, la emoción en el ambiente subió al máximo. Charles, como era de esperar, tomó la delantera rápidamente, maniobrando su kart con una precisión impresionante y dejando claro por qué estaba en la cima del automovilismo. Alessia, por su parte, intentó mantener la compostura, pero pronto se dio cuenta de que controlar el kart era más complicado de lo que parecía. Después de los primeros giros, ya había tenido que esquivar a dos de sus amigos que giraron erráticamente, y casi se sale de la pista ella misma.

—¡Cuidado, Alessia! —gritó uno de sus amigos mientras hacía una maniobra evasiva que terminó en un giro de 180 grados.

Alessia no pudo evitar reírse, a pesar de la torpeza de su propio manejo. Cada vez que intentaba acelerar en una recta, terminaba frenando demasiado tarde en las curvas, lo que resultaba en giros forzados y choques menores con las barreras. En una ocasión, al tratar de adelantar a uno de sus amigos, terminó chocando con él, provocando que ambos giraran fuera de la pista en una escena digna de una comedia.

Mientras tanto, Charles hacía que todo pareciera fácil, dándoles una vuelta entera de ventaja sin apenas sudar. Pero, lejos de aburrirse, parecía estar disfrutando al máximo, riendo cada vez que alguno de ellos cometía un error o hacía una maniobra inesperada. Alessia podía ver cómo cada choque cómico y cada intento de adelantar sin éxito le sacaban una sonrisa genuina.

24/7 ▬▬ Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora